TESTIMONIOS DEL CORONAVIRUS....

TESTIMONIOS DEL CORONAVIRUS.

Carta de una dentista: «A los 55 años me tocará volver a empezar, no sé en qué cosa»

«Como somos "esenciales" no nos dejan hacer un cese de actividad por fuerza mayor, y por tanto tenemos que seguir pagando la cuota de autónomos y los impuestos»

Mª Ángeles Trueba.

Actualizado: 17/04/2020 16:48h.

Soy odontóloga. Llevo trabajando desde que terminé la carrera y pagando mis impuestos desde entonces, 25 años. Tengo una pequeña clínica, con un único gabinete y sin ningún empleado, donde trabajo yo sola. Por otra parte trabajo como colaboradora en otras cuatro clínicas, pues, tal y como están las cosas, no se pueden poner todos los huevos en la misma cesta. Esta crisis de un virus con comportamiento desconocido y bastante letal a pesar de lo que se dijo en un principio me ha hecho entender esto más que nunca.

Llega el coronavirus y resulta que se transmite por gotitas de saliva. Pues aquí ya está el problema redoblado. Si ya hay miedo siendo abogado, repartidor, barman o médico, resulta que mi contacto con el vehículo del virus es completo y obligatorio, ya que trabajo en un campo repleto de saliva, por no hablar del instrumental.

El Gobierno decreta entonces el estado de alarma, nos confina en casa y nos hace ponernos delante de un televisor para escuchar un discurso en el que dice que no "va a dejar a nadie atrás". Y voy yo y me lo creo.

Por otro lado sale en la televisión el señor Revilla, el presidente de mi Comunidad Autónoma, y dice que hay no sé cuantos miles de autónomos en Cantabria y que va a poner no sé cuántos millones para ayudarlos. Y yo me lo vuelvo a creer, llamadme ingenua.

Al día siguiente sale el Real Decreto con el primer "zasca""s: a los odontólogos, podólogos, fisioterapeutas y varias profesiones sanitarias, además de los peluqueros, se nos considera "esenciales". Los peluqueros no tardan ni 48 horas en salir de este embrollo, pero los dentistas quedamos en un limbo legal.

Mientras esto pasa, se nos pide que donemos todo el marterial de protección, que lo necesitan el los hospitales, y nos parece perfecto, lo donamos todo, dejando un poco para poder atender urgencias, por responsabilidad.

Así que por un lado somos esenciales pero solo para hacer urgencias, una cada 15 días con suerte, ya que la gente está confinada en sus casas y no quiere salir porque tiene miedo y además no hay libre circulación. Por otro lado, si no tenemos EPI y demás material no podemos trabajar, ni debemos. Como somos "esenciales" no nos dejan hacer un cese de actividad por fuerza mayor, y por tanto tenemos que seguir pagando la cuota de autónomos y los impuestos.

Entonces nos hablan de un ICO avalado por el Estado y pienso que no quiero endeudarme pero no me va a quedar otra. Llamo a mi banco y todo son problemas, que si el último recibo de marzo está atrasado, que si tengo mucha deuda pendiente, etcétera, pero el Banco de España dice que no tiene que haber deudas anteriores a enero, las del año 2020 no cuentan y que tienen que dar liquidez para poder pagar lo que vaya surgiendo y para la reapertura del negocio, que tiene su coste añadido por los materiales necesarios ahora para atender, que han multiplicado su precio.

Pues no, solo te dan para pagar los créditos de ese banco durante 18 meses, esa cantidad y no mas, y no la puedes tocar, queda a disposición del banco. Cuando se enteran de que has hablado con el Banco de España se borran, desaparecen de la faz de la tierra y solo llegan SMS para reclamar deudas.

En mi caso, con mi pequeña clínica sobrevivía, atendía a mis hijos, podía comer, pagar una hipoteca y el alquiler y algún pequeño crédito para mi negocio y para los estudios de mi hijo. Todos los meses quedaba todo pagado y sobraba solo para poder darnos el gusto de comer un día juntos o ir al cine. Vacaciones no sé lo que son, de vez en cuando he disfrutado de algún puente o algún día cuando son fiestas en mi pueblo, pero nada de irnos a pasarlo fuera.

En estos momentos solo tengo cinco euros en la cartera. Me gasté lo que tenía en comer y estoy a menos ”no sé cuanto” en el banco. A partir de este mes ya tengo pérdidas del 75 por ciento, y puedo pedir el cese y la ayuda, pero no se cuando llegará el dinero, unos 600 euros, y eso sí, autónomos de abril lo tengo que pagar, no sé cómo y a lo mejor no me dan luego nada por no poder hacerlo... la pescadilla que se muerde la cola.

Terminará todo esto para todo el mundo, volveremos a la calle y muchos no tendremos ya trabajo, tendremos que cerrar, vender e ir a vivir no quiero pensar a dónde, y a los 55 años volver a empezar no sé en qué cosa, después de tantos años de estudio, especialización y dedicación. Yo me bajo del tren ya. Me queda la preocupación del futuro de mis hijos, aún adolescentes.

* María Ángeles Trueba Alvear es odontóloga y vive en Cantabria.