No es solamente que me gusten las flores, es que para...

María Antonia Iglesias era una mujer que en todo lo que hacía ponía ALMA, CORAZÓN y VIDA.

Tanto CORAZÓN, que un día se le rompió, creo que su ALMA también subió al cielo un poco rota de dolor de ver tanta injusticia, podredumbre y miseria humana y mental.

María Antonia Iglesias era Católica y este hecho le hacía mucha gracia a ciertos indeseables tertulianos que estaban convencidos de que catolicismo y socialismo son incompatibles.

María Antonia Iglesias vivió su VIDA privada y consiguió que fuera privada, no como otras periodistas que protagonizan portaditas de revistas, si no éllas sus nenas.

María Antonia Iglesias al llegar al cielo le habrá cantado las cuarenta a alguna que otra elementa, por ejemplo a Encarna Sánchez, que se dedicó varios años a ponerla verde cuando era responsable de informativos de R. T. V. E.... Y LE PREGUNTARÁ: ¿Bueno, al final, era puta o no era puta? (CON PERDÓN).

¡Ay, perdón, que Encarna Sánchez no está en el cielo!.

Feliz noche.

No es solamente que me gusten las flores, es que para mi es una gozada leer lo que acabo de leer: unas pocas mas personas, como esa menuda pero gran mujer, y el mundo sería otra cosa. Descgaciadamente (yi lo dices, yo lo digo, y lo dicen otros) en mundo esta dshumanizado, podrido, los valores se pierden, y a quines decimos esto se nos mira como a un ser venido de otro planeta. Lo digo otras veces y lo repito,: hay dichos y hechos,,, vomitivos.
Yo siendo niño. aquella apostólica, (lo otro) y romana, no me convencía y dejé de visitar los templos, (prefiero visitar rincones, donde creyentes y no creyentes, están solos) si que me lleve conmigo a alguien al que crucificaron, justamente por eso, porque el socialismo, pradica pan para los pobres... Y que desgraciadamente aún quedan ciudadanos a quienes que otros ciudadanos se caigan de briuces, le importa un comino, basta una mirada, a toda la pillería, que se ha estado enriqueciendo.
Se muy bién que algunas lenguas sinceras en este mi país, fueron castigadas, y que lo siguen siendo. pero ¿hay mayor sufrimiento que tener la libertad amordazada, sobre todo si el grito es:! Quiero pan!
Un abrazo.