Osea un TITO VERNI moderno, la historia se repite...

ERAN TIEMPOS DE BANDOLEROS
Aquellos dos hombres venían a Madrid en diligencia, desde las tierras de la Castilla Profunda, con sus maletines donde llevaban el dinero y la ropa interior juntas, hace ahora casi trescientos años, y con ideas progresistas, querían venir a la capital de España, para poder comenzar algún negocio, y dejar un poco de lado su forma de vivir en la agricultura, se ve que algún paisano los animo para poder empezar en la capital del reino sus andaduras. Más aquellos tiempos eran de desconfianza, ya que los bandoleros se movían por toda España, y estaban pendientes de las diligencias que transportaban personas con dinero o joyas, estos dos hombres sabían a lo que se enfrentaban, su recorrido era de unos 180, kilómetros por aquellas carreteras de tierra y piedras, donde ya existían casas de postas, o de cambiar diligencia o caballos para hacer más breve el camino hacia Madrid. Todo fue normal en su primer día de viaje, más el tercer día ya en territorio de Madrid, fueron asaltados cerca de Guadarrama, un grupo de bandoleros con trabucos en las manos, les amenazaban de muerte al que pusiera resistencia. Fueron momentos muy duros, los dos hombres vieron como revisaban su maletín robándoles el dinero, eso sí la ropa interior no les gustaba nada, y no se la robaron. Pudieron llegar a Madrid, pero sin dinero, tan sólo lo que llevaban guardado en sus zapatos, que parecían ser botines, y sus paseos por aquel Madrid de entonces no les dieron ganas de invertir en negocios, ya que el peligro nadie sabia donde se podía encontrar, y su vida no era demasiado mala en las tierras castellanas, que ellos sabían bien el oficio de agricultor, y vivían dignamente, la vuelta a su tierra no tuvo problemas, llegaron tranquilos y no quisieron contar el asalto de aquellos bandoleros, que nunca llegarían a saber de donde procedían, ni si es que conocían que aquella diligencia llevaba gente con dinero. Hubo zonas en España, como fue Despeñaperros, donde los bandoleros se hacían competencia. Y a veces las diligencias llevaban pistoleros profesionales, para que las defendieran de dichos asaltadores de caminos. que en aquellos años fueron una pesadilla para todos los gobernantes.
G X Cantalapiedra.

Osea un TITO VERNI moderno, la historia se repite
en lo bueno y mas en lo malo.