Hermoso y cálido recuerdo, Manuel Lara.

ANGELILLO

Fue Ángel Sánchez, (Angelillo) un personaje muy conocido en Fuensanta, por muchas razones, pero la principal es que era un hombre muy activo, muy trabajador, y no paraba ni un momento para procurar que sus cuatro hijos tuvieran todo lo necesario para poder vivir, en una época donde vivir sin pasar fatigas era el principal objetivo de cualquier familia.

Esta fue su actividad durante muchos años en Fuensanta, y estos los negocios y empleos que fue simultanuendo al mismo tiempo:
Era empleado del Ayuntamiento, corresponsal de un banco, propietario de un bar, a lado de la Iglesia, y representante de Cerveza San Miguel. Estaba por la mañana en el despacho municipal, por la tarde repartiendo cerveza con un carrillo y ya por la noche se dedicaba a ir cobrando las letras que el banco tenía con clientes de Fuensanta. Esto nos da una idéa de que en aquella época una familia numerosa como la suya necesitaba de más de un trabajo para poderla alimentar normalmente.
Si además tú pretendías que tus hijos hiciesen una carrera, no pensabas en que trabajasen para ayudar a la economía familiar, entonces tu esfuerzo tenía que ser múltiple y además en muchos casos hasta muy dificil de soportar.

Pues este hombre lo logró, consiguió que su hija mayor fuese ATS, que sus dos varones fuesen Peritos Industriales, y la hija menor hizo Bellas Artes y es la autora de la imagen de la Vígen que hay dentro del nacimiento de la Fuente de la negra. Tres de ellos los varones y la hija menos se fueron a las Islas Canarias donde han desarrollado sus trabajos y su vida laboral. La mayor se fue a Ciudad Real donde ejerce su profesión sanitaria.

Además Angelillo era un hombre abierto, simpático, agradable, que se llevaba bien con todo el mundo y a penas si pudo disfrutar su jubilación porque al poco de jubilarse iba desde el Casino hacia su casa, yo que venía de la escuela me crucé con el y nos saludamos, y después supe que a la altura del Chorrillo sufrió un infarto fulminante que acabó con su vida. Murió ya jubilado pero trabajando que era lo que había sabido hacer durante toda su vida.

Yo aunque mucho más joven que él tenía muy buena amistad con Angel que aunque era competencia con mi padre, porque nosotros vendíamos la cerveza el Alcazar, esto no fué nunca obstáculo para tenernos por buenos amigos y para ayudarnos los dos en nuestras relaciones laborales. Lo cortés no quita lo valiente. Angel mi recuerdo y mi saludo allá donde estés.

Hermoso y cálido recuerdo, Manuel Lara.