Las MATANZAS de REPUBLICANOS por agentes fascistas...

Las MATANZAS de REPUBLICANOS por agentes fascistas en Sanlúcar de Barrameda.

Tras la entrada de las bandas fascistas en Sanlúcar, se detuvieron a los sospechosos de simpatizar con la República. Los reos, tanto los integrantes de la corporación municipal, como los miembros de los sindicatos agrarios y pesqueros, fueron encarcelados en el castillo de Santiago. Empezaron las represalias, las torturas, la represión, las matanzas de Republicanos, gran número de ellos anarcosindicalistas, que intentaron defender la legalidad Republicana sin apenas medios.

El 21 de julio de 1936 fueron asesinados en su casa de Sanlúcar por bandas armadas marroquíes, los chipioneros Juan Crespo Mellado, su hija María Porta Crespo, y Bartolomé Lorenzo Porta, hijo y nieto de los 2 anteriores. Aunque se hable de fusilamientos, todo empezó con el asesinato a tiros de Ildefonso Rodríguez Galán en la calle Caballeros. En la familia de los hermanos Galán Lozano fueron fusilados 4 miembros y otro más estuvo en la cárcel 7 años. Según el documento “Excidio. Diario de la Guerra Civil en Sanlúcar de Barrameda», de Manuel Barbadillo Rodríguez, en el periodo comprendido desde el 18 de Julio de 1936 al 18 de Julio de 1937, los franquistas fusilaron al menos a 85 Republicanos en Sanlúcar:

– En la madrugada del Domingo, día 9 de agosto, fueron sacados de la Cárcel y del Castillo de Santiago, José Caos, Nicolás Trujillo “Campana”, que animaba la noche en el campo con sus cantes, Salvador Peña, y el tabernero Segismundo Díaz Revuelta. En el sitio de las Majadillas de la carretera del Puerto, paró el camión los presos descendieron, y los guardias civil dispararon sobre ellos a corta distancia hasta matarlos.
– El 19 de agosto» cayeron también en las Majadillas Enrique Porres, que momentos antes de la ejecución dijo: «que mi sangre sea la última que se derrame y que ella sirva para el triunfo de vuestra causa. ¡Viva España!»; Cándido Luelmo; Manuel Barrios, y el alcalde, Bienvenido Chamorro. Los asesinos dejaron los cadáveres amontonados y expuestos para que la gente los viera.
– A las 3 horas del 22 de agosto mataron a 14 personas en la carretera de Trebujena. Pudieron oírse los tiros trágicos de los fusilamientos: Luís Aldón Rodríguez; Francisco Gallego Lozano, Presidente de la Juventud Socialista; José Sumariva Cuevas, «el Paqui»; Manuel Brito Vidal, confitero; Manuel Marín Navarro; El gitano Miguel Valencia Serrano; José López Chía, aguador; José Marín Sánchez; Andrés Pozo Galán; Ricardo Otero Montiel; Antonio Reina González; José A. Díaz Romero; José Blasco Romero, Albañil, y Miguel Venega Sánchez, cortijero.
– El 26 de agosto, nueva madrugada de lágrimas. Bajo la luz de la puerta de guardia del Castillo de Santiago, sonaron los nombres de los que serían fusilados en la carretera de Chipiona pasado el término de Sanlúcar: Manuel Gutiérrez Pérez; Antonio Palma Verano, el hijo de Lolilla Verano; Juan Romero Cáceres, «el Pandereto», presidente del gremio de agricultores; Juan Gil Gómez-Salina, el marinero; Juan Domínguez García, electricista, Juanillo el «Trebujenero»; Francisco Suárez Cambriles; Agustín Lara Lagares, «El Pancho», torero y José Téllez Cuevas, «Joselito el del Arroyo«.
– El 1 de septiembre, a la misma hora de siempre cayeron bajo el fuego de la guardia civil, 6 presos más. Los llevaron en camión hasta el rancho de don Luis, el barón de Tormoye, y los fusilaron colocados en filas: El gitano Francisco Galán Lozano, «el Chato de la Gabriela»; José Romero Juez «el Rubiales»; Rafael Expósito Expósito, de Sevilla; José González Mora y Juan Caro Espinar.
– El 12 de septiembre, poco después de las 12 llegaron al castillo los fusileros. Salieron 3 víctimas: Juan Hevilla Morales, Tomás Ponce Fanega, camarero, militante socialista, y Antonio González Raposo, campesino. Para evitar la presencia de testigos por ser época de vendimia los asesinaron en el término de Rota.
– El 3 de octubre mataron al carpintero Federico Ramírez. Y el 20 de ese mes cayeron en el camino de Munive, cerca de la carretera de Chipiona: Antonio Ruiz Ruiz, de Bonanza; Manuel Reyes Buzón, ex guardia de Arbitrios; Rafael Pérez Gil, «Chicharito» y Antonio Escobar Moreno, de Bonanza.
– La madrugada del 7 de noviembre, cerca de los recreos de El Puerto, un camión condujo a los sentenciados Manuel Jiménez Virlan; Don Serafín, el farista; Antolino, operador de cine; Diego López, ex guardia rural y Gálvez Palma, marinero. Al descender del camión Diego López y el marinero Palma se dieron a la fuga y no fue posible detenerlos. Al día siguiente encontraron a Diego López frente a la viña «El Charruao» donde le dieron muerte. Palma pudo llegar en barco a Barbate, y desde allí huir hasta el moro.
– A las 5 en punto del 17 de noviembre un camión saco a 5 presos del castillo, Antonio Berrocal Navarro; Guerrero, hijo de Luis Guerrero Barrios; Mariano Amate; Miguel Galán Lozano hermano del Chato de la Gabriela y José Ruiz Moscosio. Al llegar a la tapia del cementerio del Puerto de Santa María, Berrocal saltó del camión en marcha, una racha de balas le hirió, pero pudo escapar. Los restantes fueron fusilados allí mismo.
– El 18 de noviembre, a las 5’30 el camión sacó a Antonio Orza Palacios, Cristóbal Velázquez hijo del Chato de la Dehesa, Joaquín Rodríguez Moscosio y Manuel Amate. Fueron asesinados en Cuesta Blanca.
– A las 2 horas del 15 de diciembre, en una noche horrible de tormenta, el camión de la muerte llevó hasta el Puerto de Santa María fuertemente amarrados a Arocha, el cochero, ex-concejal, socialista; Cuevas, hijo del alcalde de la Cantonal, Antonio Cuevas; Laureano, casado con una hija de Juanito el de la cárcel; Gil, empleado de la Administración de Consumos, socialista, y Rafael Asquerino Romo, ex-presidente de la asociación de empleados municipales. Todos fueron asesinados.
– El 17 del mismo mes, lo mismo, el camión transportó hasta las tapias del Cementerio del Puerto, y allí asesinó a Francisco Franco Seco, Tomás Alfonseca Castro, Francisco Romero Parra, «Parrita», Pablo Repetto Rey, que murió con una bandera Republicana entre las manos, y Diego Valero Sánchez, ex-comandante de la guardia civil.
– El 23 de diciembre los reclusos bajaban hacia el camión gritando “Nos van a fusilar, nos van a fusilar”. El marinero «Pijindi», exclamaba: - ¡Salud compañeros! ¡La bandera sigue p’arriba! Esta vez fueron: «Aoño», campesino viticultor; «Pijindi»; «Lolo», hijo del «Chato de la Dehesa»; Federico Galán; un cuñado de este y Manuel Rodríguez Romero, hermano del panadero «el Arreciado».
– Ya el 4 de enero de 1937, a las 5 horas, fueron fusilados en el término del Puerto de Santa María: El Chato de la Dehesa, padre; Luis García Sahagún, maestro nacional y ex-primer teniente de alcalde del último Ayuntamiento republicano, el hijo del «Quincallero» de la plaza de San Roque, y «El Manga», que fue secretario de los viticultores.

El cabo de carabineros José Canalejo Moreno, que había resistido en Sanlúcar con algunos cenetistas se refugió en diversos cortijos de la zona, y en Agosto se entregó en Los Molares, (Sevilla). Los franquistas le asesinaron en los fosos de la Puerta de Tierra gaditana el 26 de septiembre. Antonio Hernández González “Magaña”, fue denunciado, detenido, y le fue aplicada la ley de fugas. Igualmente mataron al sevillano Rafael Expósito Expósito, que estuvo la mañana del 19 por las calles sanluqueñas.

Rafael García Muñoz, anarquista resistente en Sanlúcar, logró escapar. Durante la guerra luchó en el bando Republicano, y finalmente fue hecho prisionero en Alicante en 1939. Encarcelado en la prisión de Jerez, el 20 de noviembre de 1940 los matones franquistas le mataron y arrojaron a una fosa común, el mismo día que su compañera Purificación Treviño Martínez, aterrada, no pudo entregarle los boniatos que le llevaba. Rafael dejó 4 huérfanos de corta edad, Libertad, Amor, Nardo y Elio, cuyos nombres fueron cambiados por la carroña fascista por otros del santoral católico.