Buenas tardes a todos: Hace bastanta tiempo que no ando por aquí por estar bastante liada con mis cuadros. Lo último que estoy pintando es una hermosa playa de la Comunidad Valenciana, Peñíscola (Alicante). Precisamente a esta Comunidad, mi tierra, va referida mi humilde poesía, con el dolor profundo que sentí en aquellos momentos ante los terribles incendios de este pasado verano.
La foto que subo es una de mis pinturas preferidas por la belleza que encierra natural.
Un abrazo.
¡SIENTO GANAS DE LLORAR!
Hoy mi corazón encogido
siente un dolor profundo
contemplando por un segundo
el paisaje de mi tierra calcinado.
No dan crédito mis ojos
al panorama dantesco
que se me ofrece a lo lejos
origen de un incendio destructor.
Tanta belleza natural arrasada,
cincuenta y dos mil hectáreas
de bosque, cultivo y masa forestal,
es la peor agresión en España dada
en todos los tiempos que podamos recordar.
Se declaró el veintiocho de junio
en la Comunidad Valenciana,
Andilla y Cortes de Pallás,
enormes lenguas de fuego
más de ocho días ardiendo
se mostraban sin piedad.
Se especula fue provocado
por una de tantas negligencias
que el hombre comete sin parar,
pero este daño tan profundo
al singular techo del mundo
difícilmente se a de borrar.
Pueblos evacuados,
miles de personas afectadas,
un muerto y dos heridos
es el trágico balance vivido
de destrucción a nosotros mismos.
Y la próxima primavera
pasará de largo por este lugar,
¡que impotencia! ¡Qué pena!,
¡siento ganas de llorar!,
¡que dantesco panorama
pudiéndose evitar!
Yosefín
La foto que subo es una de mis pinturas preferidas por la belleza que encierra natural.
Un abrazo.
¡SIENTO GANAS DE LLORAR!
Hoy mi corazón encogido
siente un dolor profundo
contemplando por un segundo
el paisaje de mi tierra calcinado.
No dan crédito mis ojos
al panorama dantesco
que se me ofrece a lo lejos
origen de un incendio destructor.
Tanta belleza natural arrasada,
cincuenta y dos mil hectáreas
de bosque, cultivo y masa forestal,
es la peor agresión en España dada
en todos los tiempos que podamos recordar.
Se declaró el veintiocho de junio
en la Comunidad Valenciana,
Andilla y Cortes de Pallás,
enormes lenguas de fuego
más de ocho días ardiendo
se mostraban sin piedad.
Se especula fue provocado
por una de tantas negligencias
que el hombre comete sin parar,
pero este daño tan profundo
al singular techo del mundo
difícilmente se a de borrar.
Pueblos evacuados,
miles de personas afectadas,
un muerto y dos heridos
es el trágico balance vivido
de destrucción a nosotros mismos.
Y la próxima primavera
pasará de largo por este lugar,
¡que impotencia! ¡Qué pena!,
¡siento ganas de llorar!,
¡que dantesco panorama
pudiéndose evitar!
Yosefín