El PP lleva muchos años sin querer entrar al trapo en la materia de la comunicación, en la estrategia de la comunicación. Por un lado, es la izquierda la que ha establecido el marco de los problemas y el marco quiere decir que ha establecido las supuestas prioridades y el lenguaje. Y eso quiere decir que quien no tiene el control del marco tiene que hacer un esfuerzo adicional, primero para romper las premisas establecidas y luego, para imponer las propias. Eso les da demasiada pereza o no lo saben hacer o no creen que sea tan importante.
El caso es que el PP, desde hace años y en el Gobierno sigue haciendo lo mismo, continúa utilizando el mismo marco y el mismo lenguaje que podría utilizar el PSOE, y yo creo que vanamente quiere establecer una especie de terreno neutral donde las cosas se justifican por sí mismas y son superiores técnicamente, es decir, si la gente confía en que desde el punto de vista técnico estos ministros son mejores que los que había, si la gente confía en que la derecha cuando ha gobernado lo ha hecho mejor, en cuanto a gestión que lo que había, pues que eso habla por si solo. Esta es una suposición ciertamente falsa, porque a pesar de la enorme debilidad de la izquierda actual, la izquierda sigue teniendo la hegemonía respecto a ese marco y ese lenguaje.
Y eso yo creo que lo acusaron en las elecciones andaluzas, donde se queda muy por detrás de lo previsto con la abstención de cientos de miles de votantes del PP y yo creo que se abstienen porque no se sienten motivados por el lenguaje y por el discurso de Arenas, que estaba empeñado en plantear las cosas desde fuera de las coordenadas derecha-izquierda o que reivindicaba el PER para la UCD. En cuanto al gobierno, pues la reforma laboral la explica sin entrar en la verdadera diferencia entre unos y otros, que es que la reforma apuesta por la movilidad, por los que están en el paro, por los temporales y los sindicatos y la izquierda, de hecho, apuestan por el empleado fijo y por tanto por el inmovilismo. Yo eso nunca lo he oído explicar, así de manera clara, de una forma sencilla para que la entienda el gran público.
El caso es que el PP, desde hace años y en el Gobierno sigue haciendo lo mismo, continúa utilizando el mismo marco y el mismo lenguaje que podría utilizar el PSOE, y yo creo que vanamente quiere establecer una especie de terreno neutral donde las cosas se justifican por sí mismas y son superiores técnicamente, es decir, si la gente confía en que desde el punto de vista técnico estos ministros son mejores que los que había, si la gente confía en que la derecha cuando ha gobernado lo ha hecho mejor, en cuanto a gestión que lo que había, pues que eso habla por si solo. Esta es una suposición ciertamente falsa, porque a pesar de la enorme debilidad de la izquierda actual, la izquierda sigue teniendo la hegemonía respecto a ese marco y ese lenguaje.
Y eso yo creo que lo acusaron en las elecciones andaluzas, donde se queda muy por detrás de lo previsto con la abstención de cientos de miles de votantes del PP y yo creo que se abstienen porque no se sienten motivados por el lenguaje y por el discurso de Arenas, que estaba empeñado en plantear las cosas desde fuera de las coordenadas derecha-izquierda o que reivindicaba el PER para la UCD. En cuanto al gobierno, pues la reforma laboral la explica sin entrar en la verdadera diferencia entre unos y otros, que es que la reforma apuesta por la movilidad, por los que están en el paro, por los temporales y los sindicatos y la izquierda, de hecho, apuestan por el empleado fijo y por tanto por el inmovilismo. Yo eso nunca lo he oído explicar, así de manera clara, de una forma sencilla para que la entienda el gran público.