OPINIÓN....

OPINIÓN.

EDITORALES/TRIBUNAS.

OKDIARIO - ACTUALIZADO: 03/08/2021 08:04.

Este miércoles, el presidente del Gobierno cogerá el Falcon rumbo al Palacio de La Mareta, en Lanzarote, primera etapa de sus vacaciones de verano, en las que también visitará el Palacio de Las Marismillas de Doñana, en Huelva. 17 días de molicie a cuerpo de rey. Habrá que convenir que Sánchez es un consumado especialista en la utilización de los inmuebles de Patrimonio del Estado, que generosamente comparte con amigos a los que invita sin que sepamos aún a cuánto asciende la factura. Este año no iba a ser menos, por mucho que estemos inmersos en una quinta ola que nos ha convertido en el segundo país del mundo con mayor incidencia de casos, sólo por detrás del Reino Unido.

En la «España de las sonrisas» que vende Pedro Sánchez todo marcha bien. Así que Sánchez se irá de vacaciones sin importarle demasiado que la hostelería vuelva a sufrir severas restricciones y que el turismo siga en la cuerda floja. Nada parece hacerle cambiar su ruta estival: alojamiento exclusivo a cargo del Estado, que somos todos, aunque unos disfruten más que otros. Según el CIS -que no es dudoso, por razones obvias-, la mitad de los españoles no se irá de vacaciones, en buena medida porque sus economías no están para gastos extras, pero Sánchez, claro está, no es como un españolito más y veranea -qué envidia- a cuenta del erario público. Y no hay pandemia que le haga replantearse la conveniencia de no veranear a todo lujo, ni siquiera por aquello de ajustar sus actos al escenario de grave dificultad económica que padecen millones de españoles. Nada.

Las restricciones no son para el verano de Sánchez, que este agosto -una vez más- disfrutará de unas vacaciones de lujo. Y es que para combatir la pandemia, nada mejor que tomar distancias, alejarse del mundanal ruido y disfrutar de las comodidades de Palacio. Vivimos -no lo olviden- en la «España de las sonrisas».