Doctor viscolástico....

Doctor viscolástico.

Álvaro Martínez.

Además de confundir a Fray Luis de León con San Juan de la Cruz, dice Sánchez en el libro que le han escrito que lo primero que hizo al llegar a La Moncloa fue, tras hablar con Begoña, comprarse un colchón, pues «la primera decisión de un presidente del Gobierno suele tenerse por crucial por su fuerza simbólica». Pues sí, nada más emblemático para dar pistas de lo que les esperaba a los españoles que la imagen de un presidente que lo primero que hace es pensar en sí mismo y agenciarse un viscolástico último modelo que le procure confort nocturno durante su estancia en el palacio. Lo siguiente que se le pasó por su cabeza, visto lo visto, debió ser montarse en el avión oficial y ya, sobre la base de un buen descanso y un mejor trajín viajero, se podía poner a pensar en España y en los españoles. Los dos primeros objetivos están cumplidos pero para el tercero aún estamos esperando que deje el «feng shui», ese mejor orden de la casa para conseguir la armonía vital, y ponga orden en la leonera que tiene montada el líder socialista.

El colchón, como vemos, es vital en el sanchismo. Por ejemplo, con 84 diputados de 350 en las Cortes el colchón que eligió para gobernar fue el que le procuraban los comunistas de Podemos, los progolpistas de ERC y del PDECat, los proetarras de Bildu y los nacionalistas -formato «a ver lo que apaño en esta baza»- del PNV. En semejante jergón lleva acostado desde junio y parece que allí piensa seguir apoyado después del 28-A.

Otro colchón para Sánchez lo supone su desahogada «okupación» de los recursos públicos, con el CIS de Tezanos como buque insignia del sanchismo, la agencia Efe como emisora de «globos sonda» a ver qué tal y RTVE tomada sin pudor, que en menos de una semana ha ofrecido en horario de máxima audiencia (aunque Telediarios y máxima audiencia es ya un oxímoron) entrevistas con la vicepresidenta y el presidente del Gobierno.

Y precisamente en esta última interviú descubrimos otro colchón para su propaganda, como fue utilizar como fondo, tras él, una foto de los Reyes. Ahora se acuerda Sánchez del Rey, después de que quiera liquidar de la Constitución «sin duda alguna» la inviolabilidad del Monarca. O que entre las 21 exigencias del documento-rendición de Pedralbes que Torra le hizo llegar estuviese, además del relator y el resto de los oprobios, poner en tela juicio la monarquía parlamentaria. En breve, y si no al tiempo, verán al Doctor Viscolástico volver a arroparse con la bandera de España, que España, que casi todo lo aguanta, también es buen colchón hasta para quien ha estado saltando irresponsablemente sobre ella de la mano de quienes tratan de destruirla.

Álvaro Martínez.

Redactor jefe.