Por fin un presidente que reconoce que Palestina es...

Por fin un presidente que reconoce que Palestina es un pais con derecho a existir, un pais ocupado, reprimido, vejado y sometido al imperio del capricho del ocupante que es Israel. El ocupante mantiene al estado Palestino en permanente desahucio de sus propiedades y sus medios de vida obligados a ser parias en su propio pais, con el de EEUU y Europa, un pueblo sin recursos reconocido por la ONU pero no respetado. Israel ha sostenido, subvencionado y alentado a HAMÁS, utilizando su existencia para dividir al pueblo palestino y justificar con sus "atentados" los bombardeos a la población civil y hacerlos vaciar sus lugares para ocuparlos por colonos judíos. Hoy en día, Israel ocupa y controla todo ese territorio convirtiendo a los palestinos en prisioneros de una cárcel al aire libre, explotando y exportando sus riquezas naturales, como los que se pretende explotar los yacimientos de gas descubiertos en la franja de Gaza. Con el pretexto de luchar contra el terrorismo la pretensión del sionismo judío (extrema derecha judía) pretende desocupar Gaza y utilizar la representación Palestina como meros capataces de la gestión de sus propios haberes en beneficio del ocupante. Israel está cometiendo crímenes contra la humanidad, un genocidio a los ojos del mundo y occidente permitiendo que eso se lleve a cabo justificando su hipocresía y servilismo a los intereses de EEUU e Israel. Imaginar por un momento que el estado español hubiera bombardeado a la población civil del país vasco pretextando luchar contra ETA. En fin, que se debería apelar al tribunal Internacional contra las acciones del gobierno de Israel en su genocidio, romper relaciones, boicotear como se hizo con Rusia en su litigio contra Ucrania, y no seguir comprando armas a Israel como lo acaba de hacer recientemente el gobierno español. Palestina tiene el derecho a existir y la obligación de defenderse, Israel tiene también derecho a existir pero no a costa del derecho palestino. Lastima que Europa no tiene política exterior propia, siempre supeditada a intereses de EEUU y sus acólitos. El responsable de la diplomacia europea acaba siendo el bufón de la corte.