ABC.
"Más de 80.000 firmas animan a no votar al Partido Socialista de Illa". "El exsocialista Nicolas Redondo Terreros abandera una iniciativa a la que se unen otras figuras como Joaquín Leguina o Rosa Díez".
Pasado el disgusto, Luis Herrero recupera la lucidez. "Ahora ya tengo claro lo que pretendía: incorporar a la secuencia de movilizaciones de apoyo que desencadenó su psicodrama el resultado electoral de Cataluña para vender el buen resultado que, según todas las encuestas, cosechará el PSC como un acto más de respaldo a su persona. En otras palabras: convertir el escrutinio del 12 de mayo en un plebiscito personal. Una vez erigido en el principal artífice del triunfo podrá gestionar la aritmética parlamentaria catalana como mejor convenga a sus intereses. A los suyos, no a los de su partido. Si yo fuera Salvador Illa me echaría a temblar. Pincho de tortilla y caña a que si el precio que le pide Puigdemont para sostenerle en la Moncloa es la cabeza del primer secretario del PSC se la rebanará de un hachazo sin ningún miramiento. Y el partido, animalito, no dirá ni mu". Tampoco Illa dirá ni mu.
"Más de 80.000 firmas animan a no votar al Partido Socialista de Illa". "El exsocialista Nicolas Redondo Terreros abandera una iniciativa a la que se unen otras figuras como Joaquín Leguina o Rosa Díez".
Pasado el disgusto, Luis Herrero recupera la lucidez. "Ahora ya tengo claro lo que pretendía: incorporar a la secuencia de movilizaciones de apoyo que desencadenó su psicodrama el resultado electoral de Cataluña para vender el buen resultado que, según todas las encuestas, cosechará el PSC como un acto más de respaldo a su persona. En otras palabras: convertir el escrutinio del 12 de mayo en un plebiscito personal. Una vez erigido en el principal artífice del triunfo podrá gestionar la aritmética parlamentaria catalana como mejor convenga a sus intereses. A los suyos, no a los de su partido. Si yo fuera Salvador Illa me echaría a temblar. Pincho de tortilla y caña a que si el precio que le pide Puigdemont para sostenerle en la Moncloa es la cabeza del primer secretario del PSC se la rebanará de un hachazo sin ningún miramiento. Y el partido, animalito, no dirá ni mu". Tampoco Illa dirá ni mu.