Estamos asistiendo a un proceso de superación de nuestros...

Estamos asistiendo a un proceso de superación de nuestros prejuicios, dogmas, ignorancias, fobias, etc. A empujones, entre el vacío intelectual y los ocupas mentales que arrastramos en nuestras mentes. Nuestra debilidad nos lleva a dotar nos de las ideas que la imagen y el relato que los medios nos venden, sin percatarnos que vehículos las ideas del propietario del medio y las hacemos nuestras, la falta de uso de nuestro cerebro lo ha oxidado hasta el punto de creernos nosotros mismos esta mercancía que nos degrada y nos entorpece, generando una vagancia intelectual que conforma y estúpidamente nos conforma. España siempre ha sido plurinacional objetivamente pero entre monarquías absolutas y dictaduras militares nunca ha podido expresarse, siempre ha sido ignorada, perseguida, reprimida y oprimida, somos fruto de una cultura dominante que desprecia las culturas dominadas, vivas a pesar de los esfuerzos por hacerla desaparecer. Una democracia de diferencia de la dictadura en la forma diversa y plural de enfocar los problemas reales de su misma. La democracia implica desprendernos de la mentalidad alienantw y alineada de las dictaduras y las monarquías, ambas que no responden a la evolución y desarrollo de sus sociedades. Los. partidos políticos que tenemos son herederos de donde venimos, son guardianes de la cultura adquirida y pretenden impedir que los ciudadanos despertemos y adquirimos los. valores y principios que ennoblecen el alma y e espíritu, marcando la diferencia de una dictadura y una democracia seguimos defendiendo mentalmente los valores y principios del movimiento en una carrocería formal de democracia, los partidos políticos de los que disponemos defienden también esos polvos que con el paso del tiempo nos acarrean estos lodos. A un problema real, respondemos con una solución subjetiva que conforta a la cultura de la dictadura y nos aleja de las soluciones objetivas que son las que chocan con nuestra propia mentalidad alienante. Somos. un producto mental de una dictadura que nos resistimos a enjuiciar problemas de democracia. Vivimos en una democracia fingida, como si la cultura del nacional-catolicismo estuviera de carnaval permanentemente. Para hacer la crítica exterior hemos hacer la crítica interior y en ésto nadie nos ayuda al contrario, especulan, nos impiden usar nuestro cerebro que lo tenemos oxidado por falta de uso, y nos venden los pensamientos del amo con imagen y relato que lo acompañan. Asumir la democracia es desprendernos de las subjetividad es de la cultura de las dictaduras y asumir que vivimos en un modelo social cuyo motor es la lucha de intereses entre los que sacan beneficio y los que sin beneficio lo generan. No pretendo que piensen como yo, simplemente que se piense.