Los esperpentos

Valle Inclán usó el término esperpento para referirse a sus obras de contenido satírico y grotesco, en la cuales la realidad social aparecía deformada. El esperpento guarda relación con otras manifestaciones literarias anteriores, tales como algunas obras satíricas de Francisco de Quevedo. Al mismo tiempo, este subgénero teatral mantiene puntos de contacto con el expresionismo pictórico, puesto que en ambas formas artísticas se describe una realidad social deformada, para expresar así la ideología y la actitud crítica del autor.

En Luces de Bohemia, Valle-Inclán compara el esperpento con un espejo deformante que refleja la realidad. Al igual que Bertolt Brecht, el escritor español hace del teatro un instrumento de denuncia. Muestra la corrupción de los políticos, la tortura, la actitud de la prensa, de los intelectuales, etc., pero lo hace de un modo que extraña al espectador. La deformación de la realidad no se consigue sólo con situaciones chocantes, sino también utilizando un léxico insólito. porque los personajes se expresan con raras metáforas, palabras inventadas, expresiones coloquiales, barbarismos. Es decir, que Valle_Inclán recurre a todo lo que contribuye a provocar en el espectador la sensación de estar asistiendo a una representación de una caricatura de la realidad. De este modo, acompañando a Max Estrella, el protagonista de Luces de bohemia, los espectadores recorren Madrid durante una noche, y tienen ocasión de compartir con el autor la mirada crítica sobre una larga serie de tipos y situaciones sociales.