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Vamos al lío, que hay mucho para ser viernes.
Por dónde va el día.
La presión bloquea a Feijóo
Cuando parecía ya todo a punto, cuando ya había detalles cerrados y comunicados, cuando incluso se estaba negociando en paralelo otra renovación de RTVE… se ha roto todo, otra vez. El PP suspendió anoche las negociaciones para la renovación del Poder Judicial.

¿Por qué? ¿Por algún desencuentro sobre el sistema de elección de los magistrados, por ejemplo? No. ¿Porque no son capaces PP y Gobierno de aceptarse los nombres propuestos como vocales del CGPJ? No. La razón del PP no tiene nada que ver con el Poder Judicial. La razón del PP tiene que ver con Catalunya. Los de Feijóo dicen que si el Gobierno anda negociando con ERC la revisión del delito de sedición, que tampoco es algo nuevo, ellos rompen el diálogo. El PP dice que el Código Penal no se toca sin su permiso.

La verdad es que la coincidencia de las dos negociaciones, con el PP sobre Justicia y con ERC sobre sedición, tenía su peligro. “Vamos a separar ambas cosas”, dijo el PP por la mañana. Pero ya estaba en marcha la operación. Solo tienes que ver la portada de ayer de El Mundo o escuchar el editorial de Jiménez Losantos: “No va a llegar a presidente”. Es un aviso: Alberto, que si tú no sirves, llamamos a Ayuso, no te olvides. “A Feijóo le han temblado las piernas”, dice Esther Palomera. Y se ha echado atrás.

El jueves de los lapsus. Antes de que desde su propio bando no le dejasen cumplir con la obligación constitucional de renovar el Poder Judicial ya era un mal día para Feijóo, que ha vuelto a darnos otro fantástico ejemplo de su personalidad: ha tenido un lapsus antológico al decir que George Orwell escribió su gran novela sobre los autoritarismos “allá por 1984”. Como dice mi compañero José Precedo, el problema no es que se equivoque o que no haya leído a Orwell, sino la impostura, las lecciones morales citando un libro del que claramente no tiene ni idea. Ha sido por cierto el día de los lapsus; el de Pedro Sánchez tiene menos dobleces pero es más incómodo diplomáticamente: en un viaje a Kenia, ha dicho dos veces Senegal en vez de Kenia hablando junto al presidente de este país. Tuvo que disculparse. Cómo no acordarse del ¡Viva Honduras!
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Oli, colabora y no critiques tanto. Igual solucionas el tema.