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EL RUBICÓN

Villadiego

FELIPE RAMOS 20/07/2012

M ientras los mineros siguen buscando una respuesta y no la encuentra ni en el Gobierno ni en la Junta y a sus mujeres las expulsan del Congreso, que es la Cámara de la soberanía popular, pero sin el pueblo, el consejero de Economía, a escondidas, perpetúa a los políticos en el consejo de la Caja.

Zapatero hizo una ley hace ahora más de dos años y en ella se prohíbe expresamente la presencia de cargos públicos en los órganos de gobierno de las cajas de ahorro. Pero al ínclito Villanueva le da igual. Él va por libre y cuela de soslayo la ampliación del mandato de los políticos en el actual Consejo de la Caja hasta el 2015, tres años más.

¿Qué busca? No pregunten porque no van a recibir respuesta y si la reciben será la misma de siempre: es necesario para mantener la estabilidad que la entidad necesita para cerrar la fusión con Unicaja. Y voy yo y me lo creo. Aquí no hay más estabilidad que la que este consejero precisa para seguir con el equilibrio de fuerzas que le permita mantener el control del consejo.

La nueva cacicada de Villanueva, una más en la Caja, demuestra lo nada que les preocupa a los políticos el futuro de la entidad financiera que si se ha salvado de ser intervenida es gracias a su acuerdo de fusión con Unicaja, que la dejará diluida en un banco mayor sin capacidad alguna de decisión. Pero es mucho más. La cacicada de Villanueva viene a demostrar la gran mentira en la que este consejero se ha venido moviendo en los últimos años.

Y es que a estos políticos les gusta, como decía el anterior delegado del Gobierno y ahora criador de burros, predicar mucho, pero no dar ni un solo grano de trigo. Bueno sí, a ellos lo que les gusta es llevarse la cosecha entera y poco o nada les preocupa que la Caja esté vacía, arruinada y al borde del abismo. Ahí está si no el ejemplo del ex alcalde y ex jefe de los socialistas de León, el gran Francisco Fernández, que gracias a su ‘amigo’ Tomás Villanueva podrá disfrutar de su millonaria indemnización sentado otros tres años más en el Consejo. Eso, por no hablar de Santos Llamas, que seguirá como consejero para poder así alargar y alargar el pago de su deuda de más de 70 millones con la entidad.

Y mientras, los ahorradores penando por sus ahorros. Es hora ya de que este consejero que tanto daño ha hecho y está haciendo a la Caja tome las de Villadiego o que se las hagan tomar.