EL HOMBRE DE LA VENTANA.
En los países de siempre, allí donde hombres entran a los templos y se arrodillan, hay chiquillos, no muy lejos, que juegan con pelotas de trapo, en el barro, cuando ya la nieve, no es ya una llanura blanca.
Allí donde moles de cemento, se cuelgan luces, que alumbrarán manjares y de donde el frío viento, llevará notas musicales, a las no lejanas cabañas.
en estas ¿Alguien pensará en tan tristes belenes?! Navidad, Navidad dulce navidad! Lloran en cabañas mil belenes, y hombres ni se enteran de que los pobres lloran.
Esas coas suceden en el país de siempre... Justamente donde los perros abandonados escarban en la basura, hombres y niños, buscan en los contenedores.
hay gentes, muchas gentes, que se arrastran por belenes eternos. por belenes de nieve buscando pan, chorreando tristeza...
Es lo que piensa un hombre asomado a su ventana, a la ventana del mundo, desde imagina a hombres mil mas allá de la nieve y el viento, caminando cual si fueran guíados por brújulas averiados.. la brújula siempre marca norte.
Sucede todas las navidades, en miles de noches brutales, locas y tremendas, de las que los poderosos pareciera no saber nada.
El hombre que desde su ventana mira a la gran llanura, dice:! bárbaros!...
! Ah gobernantes! Se repite cuando ve caminar un punto que solo es un bulto negro en l llanura. Lo conoce de otras veces, sabe que vive en una cercanas barracas,, y que recorre la pequeña llanura, en musca de una barra de pan duro, a la panadería.
Cuando ya el bulto se hace mas visible, desciende las escalera, Un viento frío hiela su cara. Piensa en el niño. Este ya está dentro. llega justo en el momento en que el niño, le dice al panadero:
! No i, porta que sea pan duro, la abuela lo moja en agua...
El panadero abre una puerta al fondo que gime y gual que el viento en la calle. regresa con el pen y se lo entrega al niño.
-! Y le das un par de barras, y unas rosquillas para la abuela! Dice el hombre "de la ventana, y un barra para mi. y le paga al panadero, que sonríe con una sonrisa que mas parece una mueca.
El niño rompe a llorar, había conocido al hombre: era el mismo que un día saliendo corriendo de la tienda, se cayó salío el pan despedido, y un coche pasó por encima. la escena la contempló "el hombre de la ventana." y bajo corriendo las escaleras,. compro una barra y le dijo: Toma.
Lloro... Lloro -dijo el niño- porque me he acordado...
- Ve respondío, corre al lado de la abuela, seguro, seguro, que sabe cantar algún villancico-
Hombre y niño se dijeron adiós como si se conocieran desde siempre.
Desde la ventana vio que el niño corría mas aprisa que nunca. El viento borraba sus huellas.. En alguna parte, voces rasgaban el viento, decía! Navidad!! Navidad... Triste Navidad, se dijo el hombre asomado a la ventana, y se recordó que estas cosas suceden en el país de siempre.
libertad
En los países de siempre, allí donde hombres entran a los templos y se arrodillan, hay chiquillos, no muy lejos, que juegan con pelotas de trapo, en el barro, cuando ya la nieve, no es ya una llanura blanca.
Allí donde moles de cemento, se cuelgan luces, que alumbrarán manjares y de donde el frío viento, llevará notas musicales, a las no lejanas cabañas.
en estas ¿Alguien pensará en tan tristes belenes?! Navidad, Navidad dulce navidad! Lloran en cabañas mil belenes, y hombres ni se enteran de que los pobres lloran.
Esas coas suceden en el país de siempre... Justamente donde los perros abandonados escarban en la basura, hombres y niños, buscan en los contenedores.
hay gentes, muchas gentes, que se arrastran por belenes eternos. por belenes de nieve buscando pan, chorreando tristeza...
Es lo que piensa un hombre asomado a su ventana, a la ventana del mundo, desde imagina a hombres mil mas allá de la nieve y el viento, caminando cual si fueran guíados por brújulas averiados.. la brújula siempre marca norte.
Sucede todas las navidades, en miles de noches brutales, locas y tremendas, de las que los poderosos pareciera no saber nada.
El hombre que desde su ventana mira a la gran llanura, dice:! bárbaros!...
! Ah gobernantes! Se repite cuando ve caminar un punto que solo es un bulto negro en l llanura. Lo conoce de otras veces, sabe que vive en una cercanas barracas,, y que recorre la pequeña llanura, en musca de una barra de pan duro, a la panadería.
Cuando ya el bulto se hace mas visible, desciende las escalera, Un viento frío hiela su cara. Piensa en el niño. Este ya está dentro. llega justo en el momento en que el niño, le dice al panadero:
! No i, porta que sea pan duro, la abuela lo moja en agua...
El panadero abre una puerta al fondo que gime y gual que el viento en la calle. regresa con el pen y se lo entrega al niño.
-! Y le das un par de barras, y unas rosquillas para la abuela! Dice el hombre "de la ventana, y un barra para mi. y le paga al panadero, que sonríe con una sonrisa que mas parece una mueca.
El niño rompe a llorar, había conocido al hombre: era el mismo que un día saliendo corriendo de la tienda, se cayó salío el pan despedido, y un coche pasó por encima. la escena la contempló "el hombre de la ventana." y bajo corriendo las escaleras,. compro una barra y le dijo: Toma.
Lloro... Lloro -dijo el niño- porque me he acordado...
- Ve respondío, corre al lado de la abuela, seguro, seguro, que sabe cantar algún villancico-
Hombre y niño se dijeron adiós como si se conocieran desde siempre.
Desde la ventana vio que el niño corría mas aprisa que nunca. El viento borraba sus huellas.. En alguna parte, voces rasgaban el viento, decía! Navidad!! Navidad... Triste Navidad, se dijo el hombre asomado a la ventana, y se recordó que estas cosas suceden en el país de siempre.
libertad