Tras las pasadas elecciones autonómicas en Andalucía la Junta se ha apresurado a cerrar o, Andalucía

Tras las pasadas elecciones autonómicas en Andalucía la Junta se ha apresurado a cerrar o apremiar el cese de actividad de las emisoras de radio que emitían la programación de esRadio en la región. En cuestión de días han llegado a nuestras oficinas en Madrid miles de quejas en forma de correos electrónicos o llamadas telefónicas preguntando por el repentino silencio de la emisora que escuchaban cada día. Sevilla, Cádiz, Granada, Córdoba, Huelva, Málaga, Torredelmar y Almería han emitido la señal de esRadio en Andalucía aportando profesionalidad y servicio público con espacios informativos locales y regionales. Sin ir más lejos, esta Semana Santa, el equipo de Sevilla, dirigido por Carlos Morillas, retransmitió en directo por segundo año consecutivo la Madrugá sevillana, en un evento radiofónico de seis horas. Otras emisoras, como la de Córdoba, se ponen como ejemplo en otros medios, como ocurrió recientemente en un reportaje de Canal Plus.

Todas ellas recibieron antes de las elecciones cartas avisando del cierre pero el resultado electoral del 25 de marzo ha sido la clave para que la Junta haya pisado el acelerador. Ahora esRadio no se puede escuchar por emisión convencional en Andalucía.

Más allá del falso e interesado debate sobre las mal llamadas "radios piratas" interesa ahora describir el panorama radiofónico denominado "legal" en Andalucía. Cuando se habla de ilegalidad o de irregularidad jamás se alude a la Administración y a cómo ejerce su monopolio en la concesión de licencias habilitantes para la radiodifusión, cuando las conceden.

En España, el espacio radioeléctrico pertenece al Estado y se administra de forma pública por ser, dicen, “un bien escaso”. Le corresponde a las Comunidades Autónomas su gestión a través de concursos públicos para la obtención de licencias que habilitan a un medio de comunicación a emitir legalmente por un periodo de tiempo determinado.

El 70% públicas, el 30% privadas
Para empezar, el 69,7% de las radios andaluzas está en manos públicas. Esto supone 497 emisoras de las 713 que operan con licencia en la comunidad. Si el espectro radioeléctrico es "un bien escaso" y la Constitución –también y más concretamente la sentencia de TS sobre el antenicidio– consagran la pluralidad informativa bastaría con que se retiraran las emisoras públicas o se redujeran al mínimo indispensable para que el "bien" radioeléctrico estuviera más repartido.

De esas 497 emisoras públicas andaluzas, 106 corresponden a Canal Sur, ente que engloba a Canal Sur Radio, Canal Fiesta y Radio Andalucía (también Canal Flamenco, pero de momento emite sólo por Internet), todas ellas presentes en las ocho provincias y con diales distintos.

Otras 83 frecuencias corresponden a RNE, que engloba Radio 1, Radio Clásica, Radio 3 y Radio 5 Todo Noticias. El resto, 308 emisoras, son, como dice la Junta, "explotadas por los ayuntamientos" y las analizaremos en esta misma noticia, más adelante.

La confusión generalizada es que el "servicio público" lo prestan sólo los medios de comunicación públicos cuando no es así. La mayoría de las emisoras privadas ofrecen tanto o más servicio público que los entes estatales, autonómicos o locales. Cualquier parrilla de cualquier emisora privada informa cada hora sobre la situación meteorológica, el estado del tráfico nacional, regional y local, atiende a las Instituciones Públicas ofreciendo cualquier comunicación de interés, difunde teléfonos de emergencia o de consulta y cubre meticulosamente las agendas culturales. De hecho, los pliegos de los concursos para conseguir licencias obligan a atender al servicio público. ¿Son necesarias entonces casi 500 emisoras públicas sólo en Andalucía?

Casi el 57% de las privadas está en manos de Prisa
Pero, ¿qué ocurre en el ámbito privado? De esas 713 emisoras con licencia sólo 216 están en manos privadas. Son las que consiguen ganar los concursos públicos que convoca la Junta. Hasta hoy sólo se han convocado en los años 1984, 1989, 2003 y 2007 y casi siempre se han adjudicado las licencias muy superado el plazo legal y con un largo expediente de irregularidades. Baste decir que el concurso convocado en 2007 –en el que esRadio estaba presente y no obtuvo licencia alguna– se resolvió en el año 2011.
Cuatro concursos en 30 años. Cualquier empresa radiofónica surgida, por ejemplo, en la década de los noventa tenía sencillamente prohibido operar de forma directa. Lo que les sucede a las empresas que se presentan a concurso también es fácil de resumir: el 56,48% de las emisoras privadas que operan en Andalucía pertenece al Grupo Prisa (SER convencional, 40 Principales, M-80 Radio, Cadena Dial, Radiolé y Máxima FM), 122 de las 216 que exhiben el nihil obstat. El resto queda distribuido de la siguiente forma: COPE (19), Kiss (12), Uniprex (37), Vocento (18), Unedisa (1) y otras (7). ¿Qué queda pues, del pluralismo informativo consagrado en la Constitución e invocado por el Tribunal Supremo a raíz del caso antenicidio?