PORMENORES DE LA XVII
FIESTA DE LA PATATA EN TARDAJOS
Tan solo quedan dos días y medio para la XVII fiesta de la patata en Tardajos. Este año, debido a los recortes se ha metido también la tijera, y se ha recortado el ACTO INSTITUCIONAL. No habrá, por tanto discursos ni pregones, ni nada por el estilo.
Quizás la gente no lo sepa, pero que vengan los
políticos a
hablar, cuesta caro. Hay que contratar un equipo de sonido, poner un escenario, comprar regalos a los señores oradores, "un detallito" (que algunas veces hasta se dejan olvidado en el
ayuntamiento, y pasan años y años ahí); pero que sumando y sumando, sale por un ojo de la cara el discurso y los regalos. Y no están los tiempos para derrochar dinero.
Pero aún así, creo que vendrán algunos a vernos, a hablar con nosotros sin micrófono, a mezclarse con el público asistente. Si así lo quieren, claro está.
Luego está el tema de la publicidad. Que vengan a grabar las televisiones y hacer reportajes de la fiesta, también cuesta mucho dinero al que la organiza; y por tanto este año no se publicitará como otros años, en ediciones anteriores.
Hay crisis, y las instituciones no dan para esos gastos.
Pero sí habrá para
comer. Que es lo más barato y no se recortará nada. No hay nada mas barato que las patatas y los huevos. Incluso, acompañados de buenos ingredientes.
Habrá concursos también como otros años pero con menos premios, y de menor cuantía.
Espero, que a pesar de los recortes, la fiesta luzca, aunque haya que llevar paraguas, que se nos había olvidado después de un
verano tan seco; y es motivo de celebración también. Y comer ricos pinchos de tortillas de patata y suculentos platos de patatas con almejas, congrio, costilla, chorizo, rabo de buey... y gratis; creo que merecerá la pena.
Luego queda pensar que sacar las patatas con el terreno empapado cuesta mucho. Cuando el terreno está seco es una actividad bonita, para unas horas; pero con barro... deprime. Pero es un medio de vida y hay que cosechar con sol, lluvia, o frío. La tierra es así. Gustará mas o menos; pero después que se ha trabajado tanto durante todo el año, hay que seguir haciéndolo con mas o menos esfuerzo.
Así es el
trabajo del campo. A veces, duro, y muy desagradecido por lo poco que aporta, y no precisamente al que lo trabaja.
Por eso creo que pasear bajo la lluvia de puesto en puesto, no es nada comparado al que tiene que agacharse y sacarlas del barro.
Creo que la patata también necesita de
poesía. Y este año, he procurado rendirle un pequeño homenaje a la patata de
Burgos. Siempre viví la fiesta desde dentro, y vi los esfuerzos de los productores en sacar rentabilidad al tubérculo. La patata de Burgos tiene marca, no denominación de origen, pero si etiqueta de procedencia. PATATA DE BURGOS, que se ha conseguido durante muchas y muchas jornadas de fiesta y de trabajo. La han costeado los propios agricultores y almacenistas de Burgos en la necesidad de sacar rendimiento a su trabajo.