Una vez nombrado, Jesús Vilumbrales, y como el Paseo de la Isla acoge a la provincia me parece que él siendo burgalés también puede tener cabida aquí donde la provincia tiene cabida y representación. Con lo mejor de cada casa en cuanto a la procedencia. Y lo bueno es que encontré el artículo original que esbribí el mismo día de su fallecimiento en junio de 2006. Mi homenaje reseñarle en el Paseo de la Isla a quien tanto me enseñó.

SENTIDA DESPEDIDA DEL DIRECTOR DE CORALES, JESÚS VILUMBRALES
C. García/ Pedrosa del Príncipe
VIDA
Jesús Vilumbrales Izquierdo nace en Urrez, el 8 de mayo de 1936 y llega a Pedrosa del Príncipe algunos meses después. A los once años ingresa en el Seminario Metropolitano de Burgos donde estará cinco años pasando posteriormente al Seminario Mayor de San Jerónimo donde completaría sus enseñanzas sacerdotales.
Sus primeras parroquias fueron las burgalesas de Castrojeriz y Covarrubias. Pero en 1958 le reclaman a Brasil donde permanece tres años y más tarde a Argentina, un año, atendiendo emigrantes españoles.
Concluyó su carrera sacerdotal acudiendo a Roma en 1960 para liberar sus votos sacerdotales y poder así contraer matrimonio con Magdalena Escribano Reinosa con la que tuvo a sus hijas, Mercedes y Paula.
Y ya después, compaginó su vida laboral en una agencia inmobiliaria con su afición musical que cultivó hasta sus últimos días. El 17 de junio recibía los honores de ser nombrado Hijo Predilecto del Pueblo de Pedrosa del Príncipe y querían una celebración mayor para en en las fiestas del mismo que se celebrarán en julio pero ya no fue posible aunque sí recibió el homenaje que más estimaba, el de los suyos.
Despedida
En medio de una gran afluencia, Pedrosa del Príncipe, despidió a Jesús Vilumbrales Izquierdo, director y creador de varias corales de la provincia. Le fueron fieles hasta sus últimos días, las corales de Pedrosa del Príncipe y la de Castrojeriz, pero el fomentó y creó otras como las de Villadiego y Tardajos. Tuvo éxito con personas adultas que no tenían conocimientos musicales y que sus únicos pasos por ese terreno habían sido las parrandas, los cánticos animados en las bodegas y en las misas de sus pueblos. Y aún así supo contagiarles de su gran entusiasmo por la música coral polifónica. Y no solo eso, sino que fomentó la formación de rondallas infantiles en esos pueblos que dirigió durante más de dos décadas. Una prueba de ello, es la Rondalla de Tardajos que recientemente se registró como asociación musical. Él la impulsó dotando a los niños y niñas de laúdes, guitarras y bandurrias que todavía hoy continúan en ese maravilloso empeño, que son pocos, pero la ilusión no se muere y brota en niños de corta edad.
También dedicó horas de ensayo a personas mayores como es el caso del Hogar de Río Vena.
Él participo en conmemoraciones importantes de la provincia, como la Misa televisada desde Castrojeriz en 1998 Corales de Pedrosa del Príncipe, Castrojeriz y Tardajos. Tuvo ocasión de celebrar en el día de la provincia en 1999 con las mismas corales citadas que esa vez tuvo lugar en Sasamón. Y quedaba bien porque era exigente pero sabía recompensar con un trabajo que decía era de todos.
Con Jesús, no solo se ha aprendido música, sino convivencia, disciplina, ser y estar en un grupo que debía caminar al unísono bajo la dirección de su batuta para el correcto funcionamiento de las formaciones musicales. Y luego, compaginarlas todas juntas en una sola, porque este grupo coral de varios pueblos salían juntos a cantar con una sola voz, pero a divertirse, disfrutar y hermanarse unos pueblos con otros. Era una de sus principales motivaciones que la gente pudiese tener lazos permanentes que no variasen con los cambios de gobierno, que uniesen las ideas que parecen tan dispares pero que solo la música sabe conjugar.