CELIA Y LUIS

Ocurrió un 11 de Marzo de 2004. Amanecía en ALCALÁ de HENARES y una guapa colombiana llamada Celia y su pareja desayunaban en un bar próximo a la estación.

Celia estaba trabajando en España desde el 2001, en la consulta de un dentista de ALCALÁ, contratada a tiempo parcial, con un contrato de esos en los que unos días trabajaba y otros estaba en el paro.

Luis iba todos los día a Madrid porque estaba preparando unas oposiciones. Tenían un niño de casi dos años que dejaban normalmente en una escuela infantil de cero a tres años.

Aquél día Celia tomó el tren de la muerte para ir a realizar gestiones en Madrid relacionadas con su situación de inmigrante.

Ni Luis acudió ese día a clase, ni Celia hizo ninguna gestión. Sus vidas fueron segadas por la explosión de esas malditas bombas que cambiaron el rumbo de la historia. El niño quedó en la escuela infantil como otros niños, no fue el único.

Los servicios sociales se pusieron en contacto con ambas familias y cosa curiosa e incomprensible, la familia de Celia en Colombia no sabía que Celia era madre. Ella no quiso decírselo porque no se atrevía a darles un disgusto, pensaba decírselo después de que tuviera un trabajo estable y mejorara su situación laboral y social.

Poco sé de la familia de Luis; la trabajadora social ayudó a los más débiles que se trasladaron desde Colombia para hacerse cargo de los restos de su hija y cuando se enteraron de que eran abuelos lloraron muchísimo y pronunciaron estas palabras:"CUANDO DIOS CIERRA UNA PUERTA SIEMPRE DEJA ABIERTA UNA VENTANA".

El hijo de Celia y de Luis tiene que tener 11 años.