CANTABRIA...

CANTABRIA

Yo me acuerdo que en mi infancia, cuando las distancias eran infranqueables, cuando recorrerlas con un asno u otra caballería era el medio de locomoción más usado por la mayoría de los ciudadanos el pensar en conocer otras regiones de España, esas más distantes como Galicia, Cantabria, o Cataluña era un sueño que nunca pensaba yo podría convertirse en realidad., Más aún cuando en la escuela tomabas contacto con los mapas y tenías un conocimiento más real de aquellos paisajes, tan lejanos, que aunque españoles eran tan distintos como los de tu Andalucía sentías que nunca ibas a poder conocer aquellas tierras, aquellas gentes, que aunque tuyas no estaban al alcance de tus posibilidades.

Pero las cosas cambian, los pueblos evolucionan, la sociedad se fortalece para poder alcanzar nuevos objetivos, nuevas metas, y para poder hacer realidad muchos de aquellos entonces irrealizables sueños infantiles. Y el progreso nos ofrece los medios necesarios para conseguirlos: coches, trenes, aviones, barcos, autovías, y entonces uno empieza a hacer turismo, a salir de nuestro entorno más inmediato y a disfrutar conociendo que antes sabías que existía por los libros, por las fotos, pero que no podías palpar, saborear y gozar, con tu presencia y con tu visita.

Esto fue lo que a mi me sucedió con Cantabria y la culpa la tuvieron las Cuevas de Altamira, yo tenía que ver algún día aquellas pinturas rupestres, aquello que hace muchas miles de años unos antepasados nuestros, sin pintura ni pinceles, lograron plasmar en las cuevas de Altamira y que hoy día se siguen conservando para orgullo y disfrute del mundo entero.

Y fui, hace unos cuantos años, un primo hermano de Laly, mi esposa, tiene un apartamento en San Vicente de la Barquera y nos invitó a ir unos días con ellos para conocer todo Cantabria. Creer que aquello es maravilloso, es distinto a lo nuestro, es otro clima, otro ambiente, otras tradiciones y costumbres pero encantador. Nada mas llegar a San Vicente, que fue de noche, Precioso pueblo marinero, a la mañana siguiente al levantarme, observo que los barquitos del puerto estaban sin agua, descansaban en la arena, el mar había desaparecido, pero al fondo se veían los Pícos de Europa, el famoso Naranco de Bulnes que conforman un fondo de postal inmejorable. ¿Y el mar?, ¿Donde está el mar?, Pasadas unas horas el mar estaba allí, había vuelto a su sitio, había sido solo un efecto de las mareas que allí en el norte son mucho más grandes que en el sur.

Al día siguiente estuvimos en Altamira, para mi un lugar misterioso que era el principal objeto de mi viaje, allí estaban las cuevas, allí estaban sus pinturas, pero ojo, nosotros no las vimos, solo vimos una réplica perfecta hecha imitando las autenticas que para protegerlas ahora no están puestas a la vista de los visitantes. Si no te lo dicen, ni te enteras, porque están perfectamente imitadas y conseguidas las que ahora te muestran. Así que hay que conformarse con preservar las originales para la posteridad.

Y luego vimos Santillana del Mar, Potes, Cabrales, los Picos de Europa, estos ya en Asturias, Santander, Santoña, Bárcenas la Mayor, el Rio Cares, y tantas y tantas cosas que mejor vas tú y las ves porque estoy seguro que te van a encantar. No te pierdas Santillana del Mar, que dentro de todo es el mejor pueblo medieval de España, para mi gusto, y sería una pena no visitarlos detenidamente.
La gastronomía es muy rica y variada, los mariscos, quesos, embutidos, la fabada y el cocido pasiegos, toda una delicia.

Escápate por Catabria la playa del Sardinero en Santander, y todo lo que te he contado y mucho más que verás y disfrutarás, así es España, distinta, diversa y maravillosa. Hay que verla.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Me ha encantado tu relato Grácias por compartirlo de forma tan amena. Saludos.