CUANDO SE TE IBAN LOS AMIGOS
Eran tiempos de inmigración forzosa, no quedaba más camino que preparar la maleta, para salir de aquel valle donde las lagrimas corrieron bastante, desde hace muchos años, siempre La Seca fue no solo fue la Cuna del Verdejo, si no la Cuna de la emigración hacia todas partes del mundo, el año 1898, año famoso por su helada el día 25 de mayo, ese año salieron para Brasil 16, familias en una sola vez. En su memoria quedaron familiares que se estuvieron escribiendo hasta la maldita guerra incivil. Y en aquel año de falta de trabajo o cosecha, salieron para todas partes del mundo gentes con mi apellido, Cuba, Argentina, Francia, Bélgica y otros lugares que no controlo, la Villa de La Seca fue perdiendo habitantes, de 1300, vecinos, pasó a tener el año 1964, menos de mil habitantes, el año 1918, salieron para Francia varias familias a trabajar en los ferrocarriles franceses, entre ellos mi abuelo y dos hermanas de él con toda su familia, Ya que era el final de la primera guerra mundial, y precisaban mano de obra, luego el goteo diario de emigrantes continuo, y la guerra incivil, dejo más bajas, entre muertos en el frente y represaliados por la dictadura. El año 1898, La Seca tenía empadronados 1300, vecinos que a cuatro habitantes por vecino eran más de cinco mil habitantes. si miramos las estadísticas parecerá que fue una caída en vertical. En mi juventud, te quedabas sin amigos de vez en cuando, un amigo para Asturias, otro para Bilbao, otros para Madrid, y sin pensarlo demasiado, te hacías la idea de ser otro más en aquel camino de salida a la emigración forzosa, por donde fueras de España, y sobre todo para Vascongadas, siempre había personas de esta villa por allí viviendo, algunos no volvieron a pisar en aquel valle nunca. Donde se lloraron muchas salidas al pensar en el futuro dudoso de aquel tiempo que fue un sin vivir cuando se esperaban cartas de esos familiares, que a veces tardaban en dar señales de vida, y eso que en La Seca no hubo demasiados analfabetos, ya que se sabía que había que estar preparado para salir por el mundo adelante, Esta es mi verdad y la de muchas personas que prefieren estar en el anonimato. G X Cantalapiedra.
Eran tiempos de inmigración forzosa, no quedaba más camino que preparar la maleta, para salir de aquel valle donde las lagrimas corrieron bastante, desde hace muchos años, siempre La Seca fue no solo fue la Cuna del Verdejo, si no la Cuna de la emigración hacia todas partes del mundo, el año 1898, año famoso por su helada el día 25 de mayo, ese año salieron para Brasil 16, familias en una sola vez. En su memoria quedaron familiares que se estuvieron escribiendo hasta la maldita guerra incivil. Y en aquel año de falta de trabajo o cosecha, salieron para todas partes del mundo gentes con mi apellido, Cuba, Argentina, Francia, Bélgica y otros lugares que no controlo, la Villa de La Seca fue perdiendo habitantes, de 1300, vecinos, pasó a tener el año 1964, menos de mil habitantes, el año 1918, salieron para Francia varias familias a trabajar en los ferrocarriles franceses, entre ellos mi abuelo y dos hermanas de él con toda su familia, Ya que era el final de la primera guerra mundial, y precisaban mano de obra, luego el goteo diario de emigrantes continuo, y la guerra incivil, dejo más bajas, entre muertos en el frente y represaliados por la dictadura. El año 1898, La Seca tenía empadronados 1300, vecinos que a cuatro habitantes por vecino eran más de cinco mil habitantes. si miramos las estadísticas parecerá que fue una caída en vertical. En mi juventud, te quedabas sin amigos de vez en cuando, un amigo para Asturias, otro para Bilbao, otros para Madrid, y sin pensarlo demasiado, te hacías la idea de ser otro más en aquel camino de salida a la emigración forzosa, por donde fueras de España, y sobre todo para Vascongadas, siempre había personas de esta villa por allí viviendo, algunos no volvieron a pisar en aquel valle nunca. Donde se lloraron muchas salidas al pensar en el futuro dudoso de aquel tiempo que fue un sin vivir cuando se esperaban cartas de esos familiares, que a veces tardaban en dar señales de vida, y eso que en La Seca no hubo demasiados analfabetos, ya que se sabía que había que estar preparado para salir por el mundo adelante, Esta es mi verdad y la de muchas personas que prefieren estar en el anonimato. G X Cantalapiedra.