Pionero fue el Plan Nacional de Obras Hidráulicas ...

Pionero fue el Plan Nacional de Obras Hidráulicas
de 1933, proyectado por Manuel Lorenzo Pardo
y cuya ejecución truncaría la Guerra Civil,
aunque con posterioridad se apropiase de él el
franquismo. Su objetivo de la política hidráulica
era extender el regadío y llevar a cabo una serie
de obras que se realizarían a largo plazo, como
pantanos, el trasvase Tajo-Segura, etc... El Plan
no tuvo tiempo para avanzar, de hecho, esta
«reforma agraria técnica» tuvo la enemiga de
los grandes propietarios, sabedores de que el
regadío afectaría al régimen de explotación («el
agua disuelve el latifundio»).
La construcción de obras públicas también
buscaba crear empleo en un momento de
depresión económica. Sin embargo, la brevedad
de la etapa democrática republicana y las
limitaciones presupuestarias abortaron los
proyectos.
Fuente: Elaboración propia
El Plan Nacional de Obras Hidráulicas
de 1933 de Manuel Lorenzo Pardo
Manuel Lorenzo Pardo (Madrid, 5 de marzo de
1881 – Fuenterrabía, 26 de agosto de 1953) fue
un Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos.
Entre sus obras cabe destacar el embalse del
Ebro, así como el primer proyecto de un trasvase
en España: el trasvase Tajo-Segura. En 1932
era llamado por Indalecio Prieto para dirigir
el Centro de Estudios Hidrográficos y crear
un nuevo Plan Hidráulico Nacional. En este
proyecto prestó especial atención a los valles
del Guadalquivir, Guadiana y Duero. Como jefe
del Centro de Estudios Hidrográficos dirige el
Plan Nacional de Obras Hidráulicas
(http://hercules. cedex. es/
informes/295idráulicas295n/193 3-plan nacional de
obras hidraulicas/default. htm)
El Plan suponía pasar de la utopía de Joaquín
Costa a la intervención del Estado. Lorenzo
Pardo afirma que apenas se había avanzado
desde 1902. La capacidad de embalse existente
en 1921 era de 624,4 millones de m3; la
creada en el periodo 1922-1930, de 697,1; y la
creada en 1931-1935 (la mitad de tiempo que
el periodo anterior), de 2.522,3. En vísperas de
la guerra civil, había en España una capacidad
de embalse de 3.843,8 millones de m3. La
República inaugura, pues, tres veces y media
más capacidad que la Dictadura.