Buenas tardes Manuel y señora.
Lo pasamos muy bien, fue acompañada de comida y merienda-cena.
Llegamos a casa muy cansados y vi un rato la tele y a dormir.
Aquí está el cielo raso, y ahora ha salido alguna nube.
Ayer por la mañana, hasta la 1 del medio día si cayó algún pequeño chubasco.
No me lo explico, como en varias televisiones, el viernes por la noche salieron las señoras del tiempo, diciendo que sábado, domingo y lunes, iban a caer chuzos de punta. No sé cómo no se les cae la cara de vergüenza, como pueden acongojar de esa forma y luego no caer gota. Sin comentarios.
Esta mañana hemos dado el paseo diario, pero después de oír la Santa Misa en televisión.
Ayer no vi nada del ordenador, y ahora acabo de encenderlo, y tengo varios mensajes. Voy a pegar aquí un par de ellos por si acaso te apetece, o le apetece a algún forero echarles un vistazo.
Por cierto, hoy paseando he oído algún comentario, como que mañana es el día de San Pedro mártir.
Bueno, voy a echar un vistazo al foro y a la prensa, si es que no me quedo dormido antes.
Que paséis una buena tarde.
Paco
Armando del Río a Cristobal Montoro:
"Pequeño Gollum: cállate y trabaja"
Las críticas difundidas por el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, el pasado lunes en las que acusaba a algunos actores de no pagar sus impuestos han enfadado a gran parte del gremio y muchos de nuestros intérpretes no han dudado en censurar al ministro.
El último en criticar a Montoro ha sido el actor de Gran Reserva, Armando del Río, quien en una carta escrita en su cuenta personal de Facebook ha llamado al político "pequeño Gollum". "Si quieres crear cizaña lo has conseguido, si quieres criminalizar a todo un sector profesional, lo estás consiguiendo. Pero si lo que dices es que por lo que defraudan algunos actores la situación del déficit español mejoraría, teniendo a un ex-tesorero de tu partido con 22 millones de euros que no se saben de donde han salido, en Suiza, es que eres más tonto de lo que, lamentablemente, pareces", escribe.
"Si te jode lo que se dice en una gala de una Televisión pública, tienes dos opciones: o joderte, que las críticas van con el cargo, o dejar de emitir en tu televisión nada en lo que salga un actor, músico, pintor, escultor, escritor y demás subvencionados que se dediquen a la cultura a la que de forma infame atacáis con un IVA que no se da en ningún país de nuestro entorno. Si no quieres decir nombres, o bien porque no los tienes, o bien porque aunque moralmente sea reprobable, pero legalmente no puedas hacer nada, con tus todopoderoso ejército de inspectores, es mejor que te calles. Y si quieres te podemos dar unas clases de interpretación, para que mejores tu lenguaje corporal y dejes de moverte como una marioneta, que quieras que no, tú también sales en la tele...", critica con dureza.
"Yo he pagado hasta el 43% de impuestos dependiendo lo que haya trabajado ese año, sin contar que un 15% se lo lleva mi representante, así que a bote pronto te puedo mandar a tomar por el culo si me da una turruntela. Puedo estar más o menos de acuerdo con las críticas de mis compañeros de profesión, pero como he cumplido ya los 18 años, pienso por mí mismo, y no me representa nadie. Sólo pongo mi mano en el fuego por mi, (bueno, y por mi mujer...), pero vosotros, los políticos, tendríais que estar ya quemados a lo bonzo de tanto poner la mano en el fuego por vuestros amigos que tanto os decepcionan luego", continua.
"Yo te pago tu trabajo con mis impuestos, así que apechuga, hazlo bien, o sino vete a trabajar en alguna de esas empresas en los que os pagan millonadas por no hacer nada cuando dejáis vuestro "servicio" público. Me tenéis hasta los cojones.
Hasta los cojones de no parar de oír casos de corrupción que salpican a tantos y tantos políticos "profesionales", chanchulleando con esas empresas que pagamos todos, porque esas empresas se llevan el dinero público en contratos fraudulentos, elegidos a dedo y pagados bajo mano, así que haz el favor de callarte. Cállate y trabaja. Que para eso se te pagamos", concluye
Artículo de Risto Mejide:
Largaos de una vez. Largaos, sí. Los que trincáis, los que habéis trincado, los que permitisteis que otros trincaran y los que todavía hoy no hacéis nada por que se deje de trincar. Todos. Sobráis, de verdad, dejadnos en paz de una puñetera vez.
Dais asco. Vuestra falta de vergüenza ha llevado la nuestra hasta límites que jamás deberíamos haber conocido. Y ahora os cubrís el culo los unos a los otros, un culo que tenéis tan sucio que hasta las pústulas de vuestra ignominia os han invadido el cerebro, y ya no es posible distinguir vuestras declaraciones rellenas de mierda de la peste que emana de un zurullo común.
Callaos. Callaos de una vez. Dejad de contaminar los medios, las noticias y nuestro estado de ánimo. Dejad de hacer comunicados y ruedas de prensa, disolved todos los chanchullos, deponed vuestros privilegios y salid con la cabeza bien baja y las manos en alto.
Dejad de desanimar a la gente. Dejad de decirnos que todo fue por nuestra culpa. Dejad de tomarnos por gilipollas. Ah, y no os atreváis a volver a decir que sois reflejo de la sociedad en la que vivís. Que si robasteis fue porque os lo pusieron delante. Que sois víctimas de un vacío legal, un entorno corrupto y una dudosa moral. Que sois reflejo de la gente, representantes elegidos por el pueblo. Vosotros no sois pueblo, vosotros sois escoria.
Devolvedlo. Devolvedlo todo. El dinero, las propiedades, los cargos, las dietas, los sobresueldos, las comisiones, la dignidad que os quede y la honorabilidad que algún día se os supuso. Y cuando hayáis acabado, devolved la nacionalidad que se os dio por error. Porque no merecéis formar parte ni de este ni de ningún país. No hagáis ni las maletas, saltad por la borda, como las ratas, salid nadando. Y quien no sepa, que se joda, francamente nos da igual.
Pedid perdón. Disculpaos. Ante todo aquel que votó. Ante todo aquel que piensa seguir votando. Porque ellos han creído en un sistema democrático que vosotros habéis violado, sodomizado y puesto del revés. No, yo no os concedo la presunción de inocencia. Porque cuando uno deja que ciertas cosas ocurran, acaba siendo cómplice aunque solo sea por ignorancia, por desidia u omisión.
Y por último, largaos, sí, pero sin dejar rastro. Ni se os ocurra nombrar sucesores, ni gestores, ni primos segundos que calienten vuestra silla. No tengáis la cara dura de intentar dejar un legado. Vuestro único legado será la vergüenza. Y tampoco os atreváis a interponeros nunca más entre la gente de bien y sus lícitos objetivos. Porque en este país aún quedan ciudadanos, empresas e incluso algún político honrado que construyen, que siguen luchando y que ahora ya solo tienen una misión: que no les jodáis la vida, que les dejéis hacer.
Pero sobre todo y ante todo, por lo que más queráis, seguid ignorando estas órdenes, exigencias demagógicas de un publicista que de vez en cuando hace el capullo en televisión.
Seguid creyendo que no pasará nada. Porque así quedará menos para que pase.
Paco
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