Siento si le pude parecer demasiado vehemente a otras...

Siento si le pude parecer demasiado vehemente a otras personas del foro. No era mi intención.

Cuando dije que no me gustaban las dictaduras, no estaba personalizando, refiriéndome a la actitud de alguien del foro en concreto. Lo que quería expresar, es que no me gustan las dictaduras como forma de gobierno. No puedo entender ni aceptar que un sujeto imponga su voluntad a millones de personas. Me parece aberrante y atenta contra las leyes más básicas de la dignidad humana. ¡No hay nada que justifique algo así!

Si, es cierto que se han perdido algunos valores, pero no se pueden matar moscas a cañonazos. Prefiero esta democracia con todos sus defectos, a una dictadura aséptica y represora, donde los ciudadanos no pueden tener ideas propias, y que fomenta la castración mental en masa. Nunca entenderé como aún hay personas que defienden esa forma de gobierno, ¿a quién en su sano juicio le puede gustar una pesadilla?

El catecismo y la cartilla escolar, los compré en un rastro. No son libros raros, son muy comunes y se utilizaban en la enseñanza institucional de los años 40, bajo el beneplácito y supervisión del régimen. Están editados en los años 1940 y 42 respectivamente. Lo que está escrito, ahí está, sin trampa ni cartón. En ese sentido, no se puede negar la evidencia.

En cuanto a la religión, no tengo nada contra ella, como sentimiento íntimo que cada persona puede sentir o no libremente y que se vive desde dentro, sin imponer nada a nadie. Yo me paso horas y horas en las iglesias, pues me encanta el arte sacro y la tranquilidad que se respira en su interior. Otra cosa son sus dirigentes, seres TOTALMENTE humanos, como todos los demás, y por lo tanto, susceptibles de cometer grandes equivocaciones.

Durante la dictadura (hasta la palabra es fea) la jerarquía eclesiástica se comportó de una manera deplorable, aplaudiendo servilmente la megalomanía del dictador, subiéndose al carro del poder, abusando de una situación privilegiada con ansias de revancha, mezclando religión y política en una amalgama inmoral, siniestra y surrealista, cuando su único y verdadero cometido, era alimentar el espíritu y fomentar el amor, el perdón y la paz entre todos los seres humanos.

Es mi opinión. No puedo defender lo que para mí, es indefendible.

Un saludo a todos.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Muy justo su escrito, y realmente claro y sin sombras.

Hasta prohibieron las propinas!

Y la iglesia condenaba el baile demonizandolo como se puede ver en la imagen que se publicaba en aquellos tiempos del horror!

Saludos