El propio Correa cuenta que estaba arruinado y el PP,...

El propio Correa cuenta que estaba arruinado y el PP, donde le acogieron Cascos y Bárcenas, le permitió hacerse rico
Correa es un conseguidor. Apenas invierte, vende sus contactos al mejor postor y compra políticos
El Gobierno de Aguirre ha utilizado mucho la red de Correa. Hasta para montar el Belén, que la presidenta supervisa
Ayudado por su "amiguito del alma" Camps, la empresa de 'El Bigotes' acumula contratos públicos
El ex director de Canal 9 facilitó a la trama un contrato de la visita del Papa. Correa sacó de tajada un millón de euros
Según su propia declaración, conoció a Elvira Aznar, hermana del presidente del PP. En Génova entra en contacto con quienes le abrirían las puertas: Luis Bárcenas, entonces gerente, más tarde tesorero, fiel a Correa durante casi diez años, y Francisco Álvarez Cascos, secretario general. Los políticos viajan sin parar: convenciones, reuniones, visitas... el agente de viajes empieza a hacer dinero. Sabe que puede haber mucho más, y ofrece precios muy ventajosos. Correa descubre enseguida que un partido, que vive en un 90% de fondos públicos, funciona como una empresa: contrata con quien quiere, sin concurso, sin publicidad. Lo importante es llevarse bien con quien decide. Y él es un maestro en eso. Ahí empieza su conocida generosidad. Regalos, agasajos de todo tipo y viajes gratis. Hacía que los políticos hicieran viajes de familia, de novios, de placer, con su agencia y luego se negaba a cobrarles. Así les tenía en el bote. Pero lo apuntaba todo en su contabilidad B, la que le ha perdido.

Su especialidad: los relojes. Cuentan en el PP cuál era su técnica. "Te invitaba a comer y al final te dejaba una bolsa roja encima de la mesa. 'Ábrela en casa', decía". La red se llegó a gastar, según el sumario, 140.000 euros sólo en 33 relojes de lujo de la joyería Suárez para agradecer favores o pedirlos. Entre ellos la estrella, un Patek Philippe oro de 9.000 euros. Sus clientes no son millonarios, son políticos caprichosos con sueldos públicos y gastos de ricos, y Correa lo sabe. Como Guillermo Ortega, ex alcalde de Majadahonda. "Era un apasionado de los relojes; un apasionado no, un descerebrado", contó al juez el ex concejal Juan José Moreno, que explicó que Ortega tenía un armario en su casa "absolutamente bestial" lleno de relojes. Al menos media docena de ellos regalados por Correa.

Don Vito -así pide que le llamen sus empleados- agasaja a sus clientes, y al poco tiempo logra el gran salto. "Bárcenas me dijo: ' ¿Vosotros seréis capaces de organizar un mitin político?", explica Correa al juez. "Nunca lo hemos hecho, pero creo que sí", contesta. En poco tiempo, era como un dirigente más. Viajaba con Aznar a todas partes, organizaba las campañas electorales, se comportaba como un miembro de la cúpula e incluso trataba con altanería a algunos de los políticos de verdad -todos los periodistas que seguían al PP recuerdan su aire chulesco-. Ahora todos insisten en que apenas le conocían. Pero los periodistas, todos, dan fe de que estaba en todas partes, imposible de olvidar con su melena engominada.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Cuando yo era joven, leí todas las obras socialistas,
¿y aprendistes a odiar a el capital?

- y el trabajo tambien.