Hablar por hablar... y a ti, de qué te gustaría hablar?...

Hablar por hablar... y a ti, de qué te gustaría hablar? y lo más importante, en qué lengua. Si pudiera, yo las hablaría todas, dichoso aquel que sepa dialogar en cada una de las que se hablan en España, con 14 años yo hablaba un mal castellano como lo hablaban casi todos los extremeños, chapurreaba el catalán que se hablaba en la calle, tenía conocimientos de inglés, y por mi cuenta intentaba aprender algo de alemán, lástima tener que abandonar todo eso por las necesidades de trabajar. En mi primer trabajo, en pocos meses perfeccioné el catalán, porque en todo el entorno era lo que se hablaba, de hecho, mi jefa, una señora ya entrada en años, creo que no dominaba el castellano, al menos yo nunca le escuche hablarlo, en esa zona, Pleno centro de Barcelona se hablaba poco castellano, dio la casualidad que el jefe, su marido, era alemán, alemán de Leverkusen y que hablaba un mal catalán, un peor castellano y una perfecto alemán cuando estaba cabreado, siempre que tenía ocasión le pedía que me hablase en alemán. Aquello duró un año y medio, era una librería con imprenta donde yo veía poco futuro, yo quería progresar, y no dudé en cambiar de empresa, aun sintiendo mucho el perder esas charlas con mi jefe, un señor alto y delgado que a mi, se me representaba al de la triste figura, Benito era su nombre, por venir de madre española, Óesffleyn su apellido, que era como el que aquí se llame Martínez. En mi nueva empresa, todo era diferente, cercana al barrio de Gracia, esta era muy grande, éramos mas de veinte y catalanes solo eran los jefes, dos hermanos gemelos con los cuales no tuve el gusto de hablar en los siete años que duró allí mi permanencia, aquello era lo mas parecido a la Torre de Babel, en esos años el destino quiso llevarme a Mallorca durante una temporada para jugar a la guerra, porque verdaderamente eso si que era una guerra, no quedaba más remedio que formar grupos, a los cuales yo llamaba tribus, por un lado estaban los nativos de la isla, que estos no se hablaban con nadie, había la tribu de los catalanes, que poco compartían con los demás, luego dominaban los vascos, donde había de todo, en esos años estaba muy de moda hacerse objetor de conciencia, siendo estos los promotores de tal circunstancia, también había un nutrido grupo de andaluces, no recuerdo que hubiese ni gallegos ni extremeños.
Al volver de la guerra, volví a cambiar de empresa, mas que nada por considerarlo mejor para mi, en esta nueva etapa, ya cercana a la democracia, aterricé en el enclave de Diagonal con Paseo de Gracia, ahí si que tuve que aplicar mis conocimientos del idioma, eran los tiempos de Tarradellas, los tiempos del "Ya soc aquí", los tiempos de apogeo de ETA, la revolución de los sindicatos, la evolución de los partidos, la carrera hacia el poder, todo parecía vertiginoso, creo que hasta envejecimos de prisa, no había sosiego en esos años, trabajo, noviazgo, casamiento, los hijos, EL MUNDIAL, la vivienda y los amigos.
Ahora ya se acabaron las prisas, ya nos da lo mismo que el día tenga 2o horas o veinticuatro, solo deseamos que acabe pronto este año. Las vueltas que da la vida y las vueltas que damos nosotros, total para volver a nuestros orígenes y poco a poco empezar a asimilar una nueva vida ya sin importar de que forma se hable.
Ja, ja, ja, Vaya rollo que he soltado, lo que hace el insomnio.