Creo que D. Juan Carlos I ha acudido otra vez a viejos...

Creo que D. Juan Carlos I ha acudido otra vez a viejos tópicos que no se corresponden con la realidad. Esta mañana ha afirmado que "sacaremos adelante a España, como lo hemos hecho otras veces, gracias al esfuerzo de la gente, las empresas y los políticos, de todos". No sé si en esa "gente" incluye Su Majestad a los Sindicatos UGT y CCOO cuyo único esfuerzo conocido es el de oponerse a cualquier solución que venga de lo que ellos llaman o consideran derecha. Y desde luego, la casta política no es precisamente la más ejemplar, bastaba con ver el vacío durante el debate parlamentario, donde Sus bien pagadas Señorías han hecho novillos y se han dedicado a otros asuntos que requerían su atención, como tomarse unas cervezas en alguna de las terrazas al sol en Madrid.

Y es que si salimos de ésta será como siempre, gracias a la sufrida clase trabajadora a la que, desde luego, se nos exprime hasta casi la extenuación. Para nada he oído a Rajoy decir que subirá los impuestos a las SICAV o que reducirá a la mínima expresión a las diferentes Administraciones públicas, o que eliminará las vergonzosas subvenciones a Partidos políticos, Sindicatos y Patronal, amén de las miles de diferentes ONG's de diverso pelaje, como podría ser un buen ejemplo la del yerno de Sus Majestades, Urdangarín, la famosa NOOS. Ni tampoco un plan de devolución de la deuda de los clubes de fútbol o de la BANCA que se acogió a las generosas ayudas del Estado y de la UE.

La gente lo que está es realmente harta de pagar siempre a tanto chorizo y desaprensivo. Y lo que menos admite es que además se nos venda la burra de pluralizar y solidarizarse cuando se es consciente de vivir fuera de todo peligro de la pérdida del estatus tan privilegiado. Ese discurso suena a demagógico y cínico. La cruda realidad es que gracias a los políticos y a los empresarios como a la BANCA, España ha ido durante años viviendo por encima de su nivel y han hecho creer a esa gente que el dinero era un bien del que se podía disponer sin ninguna restricción. Un fomento del consumo y del gasto suntuario que ha invadido a todos, sobre todo a las Administraciones públicas y que ha tenido la consecuencia de favorecer la corrupción al por mayor.

Y lo peor es que nadie parece ser el responsable, ni nadie va a ser juzgado por tales desmanes. Al contrario, a los culpables se les premia con altos cargos en la propia Administración, para que sigan siendo parásitos de los presupuestos. ¿Y esos son los políticos que dice Su Majestad que van a echar el hombro para ayudar a salir de la crisis a España? Que una penosa realidad no te estropee un buen discurso, y si sale, sale ¿verdad?. Lo malo es que si se sale de ésta será a costa del sacrificio de muchos millones de españoles que verán su forma de vida caer en picado y un deterioro inevitable de los servicios sociales que recibirán a cambio de unos impuestos desmesurados.

No están los tiempos para discursos grandilocuentes, vacíos y demagógicos. Pasó la época de las gracietas y del campechanismo fingido. España necesita líderes que se preocupen de verdad de esa gente y no de sus prebendas, de su estatus, del mantenimiento de las cotas y cuotas del poder, ni en el oportunismo populista. España necesita una renovación en profundidad de todas sus Instituciones, una nueva Constitución y un objetivo común como Nación, en la que nunca deberían estar aquellos que no lo desean y que solo tienen su propio objetivo insolidario y secesionista.

Debemos ser los que nos sintamos españoles los que asumamos la responsabilidad de sacar adelante a esta gran Nación y dejar de lado a los que ya sabemos que nunca pondrán nada de su parte para lograrlo. ¡Que se vayan y que cada palo aguante su vela! ¡Basta de chantajes y de desplantes anti españoles e insolidarios! ¡La dignidad del pueblo español no debe admitir ninguna ofensa más ni ningún acto de desafío! ¡Hagamos que sea verdad lo de que España es de todos los españoles!