El Mundo.
"Junqueras asume los indultos de Sánchez pero exige el referéndum". Definitivamente nos toman por tontos. Qué casualidad, oye. La carta de amor enviada a La Sexta no ha podido ser más oportuna. Ferreras, con su habitual sobreactuación, entró ayer en éxtasis.
"Entusiasmo en el Gobierno por el 'sí' de Junqueras a la 'operación indultos': creen que aplaca la crítica interna". Como si a Sánchez le importara la crítica interna o externa.
Iñaki Ellakuría comenta lo feliz que se le ve a Sánchez en Cataluña. "Si Sánchez en Madrid se muestra como un hombre bunkerizado en su palacio presidencial, cada vez más incómodo con la realidad social y política que le rodea y no puede someter, en Cataluña respira hondo, es jaleado por el momento como un gran estadista. Es lejos de los 'fachas vengativos' que el próximo domingo abarrotarán la plaza de Colón donde renace el líder socialista". Pues si los catalanes lo quieren se lo regalamos encantados. Se lo enviamos vía urgente y certificado con una única condición: no admite devolución.
Como dice el editorial, "todo suena a película ya vista. En una reveladora maniobra de sincronización, Junqueras ha filtrado a medios independentistas y afines a Sánchez su voluntad de aceptar los indultos a cambio de renunciar a la vía unilateral". Lo mismo espera que le demos las gracias. "Causa vergüenza que Sánchez y sus altavoces mediáticos corran ahora a recalentar la agotada tesis del apaciguamiento". El embeleso de Ferreras ayer con Sánchez y Junqueras era patético, estaba rendido, entregado. Como dijo una compañera, sólo le faltó entregar a Sánchez el Premio Nobel de la Paz. Bochornoso.
"Junqueras asume los indultos de Sánchez pero exige el referéndum". Definitivamente nos toman por tontos. Qué casualidad, oye. La carta de amor enviada a La Sexta no ha podido ser más oportuna. Ferreras, con su habitual sobreactuación, entró ayer en éxtasis.
"Entusiasmo en el Gobierno por el 'sí' de Junqueras a la 'operación indultos': creen que aplaca la crítica interna". Como si a Sánchez le importara la crítica interna o externa.
Iñaki Ellakuría comenta lo feliz que se le ve a Sánchez en Cataluña. "Si Sánchez en Madrid se muestra como un hombre bunkerizado en su palacio presidencial, cada vez más incómodo con la realidad social y política que le rodea y no puede someter, en Cataluña respira hondo, es jaleado por el momento como un gran estadista. Es lejos de los 'fachas vengativos' que el próximo domingo abarrotarán la plaza de Colón donde renace el líder socialista". Pues si los catalanes lo quieren se lo regalamos encantados. Se lo enviamos vía urgente y certificado con una única condición: no admite devolución.
Como dice el editorial, "todo suena a película ya vista. En una reveladora maniobra de sincronización, Junqueras ha filtrado a medios independentistas y afines a Sánchez su voluntad de aceptar los indultos a cambio de renunciar a la vía unilateral". Lo mismo espera que le demos las gracias. "Causa vergüenza que Sánchez y sus altavoces mediáticos corran ahora a recalentar la agotada tesis del apaciguamiento". El embeleso de Ferreras ayer con Sánchez y Junqueras era patético, estaba rendido, entregado. Como dijo una compañera, sólo le faltó entregar a Sánchez el Premio Nobel de la Paz. Bochornoso.