Así ha quedado repartida la herencia de Miguel Boyer:...

Así ha quedado repartida la herencia de Miguel Boyer: su hija Laura ha renunciado a su parte.

HERENCIAS- Problemático legado.

MARÍA EUGENIA YAGÜE.

27 OCT. 2018 02:16.

Tras cuatro años, el reparto del patrimonio del ex ministro se ha concluido. El retraso se debe, dicen, a la actitud de su hija mayor, Laura

Los herederos de Miguel Boyer deben dinero a Isabel Preysler

El 24 de julio de 2012, Miguel Boyer dictó al notario que acudió a su casa de Puerta de Hierro su cuarto y último testamento. El ex ministro de Economía de Felipe González se expresaba con dificultad por el ictus sufrido cinco meses antes, pero manifestó su deseo de redactar un nuevo documento. A su hijo Miguel, con el que no tenía buena relación, le había dejado lo justo que marca la ley en el anterior testamento. Esta vez Boyer decidió que heredaría lo mismo que sus hermanas Laura y Ana. Y añadía una cláusula por la que si alguno de sus hijos renunciaba a la herencia, su parte pasaría automáticamente a los herederos de quien renunciaba. Después de su fallecimiento, el 24 de setiembre de 2014, sus hijos mayores, Laura y Miguel, consideraron injusto el inventario de los bienes, realizado por su tío Christian Boyer, nombrado contador y partidor por su hermano. Isabel Preysler, según ellos, se llevaba lo mejor y lo poco que quedaba del legado de su padre, sorprendidos también de que las cuentas bancarias del ex ministro estuvieran prácticamente vacías. Los gastos hospitalarios y los tratamientos que necesitó Miguel Boyer en los dos años anteriores a su muerte fueron tan costosos que finalmente tuvo que acabar pagándolos su esposa. Laura Boyer anunció que renunciaría a la herencia de su padre "en vista de que no nos deja nada". Su hermano Miguel añadió refiriéndose a Preysler: "Dejó a mi padre pelado en vida".

El caso es que a principios de este verano, los herederos de Miguel Boyer aceptaban por fin su herencia, una información adelantada hace unos días por El Confidencial. Daba la impresión de que su viuda y los tres hijos estaban finalmente de acuerdo con el inventario hecho por el partidor. Pero lo cierto es que Laura Boyer ya no formaba parte del reparto desde el momento en que hace casi dos años envió un comunicado dirigido al notario y al albacea. La noticia de esta semana sobre el acuerdo entre los herederos ha sorprendido a Laura, quien ha asegurado a LOC que dudaba de que fuera cierto. "No debe ser verdad porque yo he renunciado a mi parte en favor de mis hijos y ellos no me han dicho que hayan firmado nada, me lo habrían comentado. Seguramente ellos han renunciado también. Para qué darle tantas vueltas a este tema, a nosotros ni nos va ni nos viene. Ella se ha quedado con todo". Esta sorprendente afirmación indica que la hija mayor de Boyer ignora que el último testamento de su padre establecía que si uno de sus hijos renunciaba, su parte pasaba automáticamente a sus herederos. Estos cuatro años de retraso en el reparto del legado de Boyer se han debido en parte a la actitud de su hija mayor. "Esta señora se equivoca o no dice la verdad", asegura uno de los abogados de las partes. "Ella nunca renunció en favor de sus hijos, sencillamente renunció y, según la voluntad del señor Boyer, su parte de la herencia pasó a sus cuatro hijos. Dos de ellos son menores y las notificaciones había que hacerlas llegar a sus padres, que están divorciados". RepartoEl notario fue en persona más de 10 veces al domicilio de Laura Boyer y ella nunca quiso recibirle. Tampoco pudo entregarlas al conserje de la casa porque la señora Boyer le había dado órdenes de no aceptar ningún documento que viniera de la Notaría. Finalmente el notario optó por entregar el documento al padre de los menores, que aceptó en nombre de sus hijos, pero la obstrucción ejercida por Laura Boyer consta en la escritura de herencia: "Fui tal día, llamé y no abrieron la puerta. En otra ocasión no había nadie. El portero se negó a recoger los papeles por orden de la señora...", escribe el notario. A los cuatro hijos de Laura Boyer les ha correspondido la escultura que Benlliure hizo de Amós Salvador, bisabuelo del ex ministro, una de las piezas más valiosas de la herencia y que Laura reclamó después del fallecimiento de su padre, cuando ella y su hermano visitaron la casa de Puerta de Hierro con abogados y tasadores. Isabel Preysler permitió que hicieran fotos y comprobaran lo que había, aunque les recordó que debían esperar a que el albacea hiciera el inventario y la partición, algo que han tardado cuatro años en aceptar legalmente. A Miguel hijo, le corresponden los tres coches ya antiguos de su padre y algunos de los 6.000 volúmenes de la biblioteca. A su hermana Ana, cosas menores también de poco valor. Sólo queda que los herederos paguen los derechos de sucesión con los que se pone fin a la polémica herencia de una familia rota hace ya muchos años.

PD. EN LA WEB VERAN ALGUNA FOTOGRAFÍA.