Gregorio:, Burgos

Gregorio:

lo tenías preparado. ¡Qué pronto lo has compuesto! También me acuerdo cómo les gustó a los mineros el romance que les dedicaste. Es un buen romance. Me ha gustado, si señor.
Has sabido explicar el tema de maravilla. ¡Vaya si se les ha oído, en España y en el mundo!. A Rajoi, que a lo mejor nunca había oído hablar de los de Gamonal, le daría un buen susto. Otras veces ya se hizo ruido, y no hubo nada que hacer. No nos prestaron atención. Tan sólo nos dio audiencia la Cadena Ser. Y lo sé porque yo fui a contar qué nos estaba pasando en Tardajos. Los pueblos suelen tener menos audiencia que los barrios de una ciudad. Y frente a una ciudad como Burgos, nos acallaron pronto. De Jarrai, os dijeron que seríamos. La cosa fue distinta, dejaron que nos alborotásemos, y sin apenas darnos cuenta, nos fueron llegando las multas, a partir del día de San Lesmes en que unos cuantos llevaron huevos y los lanzaron a diestro y siniestro. A partir de los Huevos de San Lesmes, nos fueron llegando las multas de muchas clases. A unos, porque habíamos escrito con nombre y apellidos, a otros porque nos habían identificado, ¿quién? los que nos conocían. Los de Burgos, no, pero no te dejaban escribir si no presentabas el DNI. Entonces me dediqué a la tarea, a parte de explicar que toda la culpa no fue nuestra. Que fallaron las autoridades de Burgos, en primer lugar. Bueno, ya lo he contado cantidad de veces. El País, no nos hizo ni caso. Por un pueblo de 800 vecinos no se vende ni un real de prensa. ¿A quien le iba a interesar que nos hubieran contaminado? Y para luego enterarnos de por donde iba el asunto... Te manipulan de mala manera. Hasta que descubrí la trama pasó un rato largo. Y lo bueno, aunque no signifique nada, es que lo destapé. Tampoco tuvo efecto alguno que muchos supieran la versión completa. Ni frío ni calor. Pero guardo muchas letras desde entonces. Lo de ahora es tiempo propicio para pescar en río revuelto, que ya se sabe lo ventajoso que sale. A ver si consiguen su objetivo, que no les hagan lo que a nosotros. Hacerte unas calles nuevas, no es ni punto de comparación con ponerte una planta de lodos que huele a demonios cada verano. Que te arrasaron el agua, y nunca más te la devolvieron. Es una rabia que crea muchos anticuerpos para no volver a callar lo más mínimo que ocurra. Porque esto de las herencias, envenenan mucho la sangre. Lo nuestro fue mil veces peor. Aquí también hubo otro poeta que se llamaba Gregorio y escribía en romance. Un poema precioso nos dedicó.

Aquí te presento la Plata de Lodos de la Cuesta- pero se llamaba de San Antón. le cambiaron el nombre. Justo mañana San Antón, el patrón de los animalillos. Es costumbre bendecir la comida de los animales, algo de matanza, pastas... Una tradición que no hace ningún daño en estos tiempos que no te obligan, y que vas porque quieres. Tal día como mañana, el año pasado llevé a bendecir unas magdalenas.
Y mañana... algo habrá que bendecir.

Saludos cordiales y buenas noches