CANTALAPIEDRA...

ME CONTABA UN ANTIGUO VECINO
Ayer por la mañana, cuando me dirigía al colegio, me encontré con un antiguo vecino, que solo podia contarme penas, su vida últimamente es dura, su esposa falleció mientras el estaba en el quirófano del hospital, durante la pandemia, y logró salir de aquel maldito momento lo mejor posible. Este hombre duro y trabajador, fue siempre persona sencilla, ahora se le ve quemado, no por el tumor que padecía, si no por lo que la vida le está dando, tiene pocas ganas de vivir, ayer me lo comentaba, los vecinos de hace 30, años ahora ya la mayoría no existen, y sus dudas sobre el futuro le tienen preocupado, ve su vela poco activa, piensa que en cualquier momento se le puede apagar, sus hijos cada cual por su lado, según él no tienen tiempo para visitarle, me pareció ser un drama lo mucho que me contó, No me animan estas conversaciones, pero intento animarles a la personas que piensan así, sobre todo que no le encuentran aliciente a vivir, Hay personas que al verse mayores y con enfermedades crónicas, no dan a la vida ninguna importancia, su camino no tiene aliciente ni esperanza, y su drama te hace pensar cuando estas en soledad, No te vale decirles palabras de ánimo y seguir adelante, solo quieren soltarte su drama de soledad en una ciudad con muchos habitantes, pero que algunos de ellos se ven solos y aturdidos, Esta historia verdadera, ayer me conmociono, aunque no puedas hacer nada para ayudarle, piensas en su situación humana, las palabras que yo le dije, algunas incluso en poesía, me daba la impresión que ni las escuchaba, Su mundo actual es otro, y el recuerdo del pasado hoy sin su esposa, le hace mucho más solitario, Madrid tiene casos que se te ponen los pocos pelos que tenemos en la cabeza de punta, pero no tenemos la vara mágica para poderlo solucionar, solamente al despedirme le dije, Ten suerte en esta vida que a veces se vuelve un calvario. Me contesto, Un calvario duradero con un pesado madero. G X Cantalapiedra.

CANTALAPIEDRA

Como tú antiguo vecino hay demasiados en Madrid, seguro que en otros lugares también.

Tengo tres vecinos de a los que veo y comparto un rato siempre que puedo en unas condiciones humanas similares a lo que relatas.
La familia cercana viven su vida, y alguno hasta tiene bloqueado el movil la posibilidad de hablar con ella.

Son matrimonios mayores, cultos, pero la soledad y un libro dicen que ya los ayuda poco. Los cines teatros están lejanos, y las piernas no se mueven como ayer, así que, los paseos cortos en espacio y largos en el tiempo, el comentar con quién encuentran dispuestos a ello, son el día a día de ellos.

Me pasa lo que a usted Canta Lapiedra: no me gustan estas charlas tan pesimistas, pero no veo otra forma, dejarles hablar de lo que quieran, es su válvula de escape.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Hola, Olímpio. Me ha costado un poco entender algunas partes de tu relato. Si lo hubieras puesto en GRAMÁTICA, te hubiese dicho qué partes lo hicieron algo difícil de entender y porqué. Sin embargo, me encantó el contrapunto con Cantalapiedra. Ambos relatos forman una unidad temática tristemente real en estos tiempos: la SOLEDAD de las personas mayores en estos tiempos.

Me encantaron.