El astrolabio.
Por Bieito Rubido.
Una teoría de la crispación.
El 10 jun, 2020.
Este estado de convulsión emocional en que se ha convertido la vida política suele ser denominado crispación. Ocurre cuando al PSOE le irrita que le fiscalicen. Sucedió con Zapatero y con Sánchez roza el paroxismo. Entre Lastra e Iglesias han lanzado todo tipo de invectivas contra la oposición: que si golpe de Estado, que si criminales, desleales, antipatriotas. Es chocante esta estrategia del actual Gobierno de deslegitimar a quienes en democracia, y legítimamente, hacen la oposición. La impostura alcanza su máxima expresión cuando Sánchez con voz trémula lamenta que el PP se cierre al diálogo. Además de no llamar a Pablo Casado, el actual inquilino de La Moncloa y su partido han rechazado más de 4.000 iniciativas presentadas en el Parlamento en el tiempo del Covid. En España habrá que recuperar la economía, sin duda, pero lo que hay que reconstruir, lo que se dice reconstruir, es la cultura democrática, arrumbada a día de hoy por la coalición que nos gobierna, como nunca había ocurrido hasta hora. La pregunta es: ¿Quién crispa en realidad en este preciso instante de España?
Por Bieito Rubido.
Una teoría de la crispación.
El 10 jun, 2020.
Este estado de convulsión emocional en que se ha convertido la vida política suele ser denominado crispación. Ocurre cuando al PSOE le irrita que le fiscalicen. Sucedió con Zapatero y con Sánchez roza el paroxismo. Entre Lastra e Iglesias han lanzado todo tipo de invectivas contra la oposición: que si golpe de Estado, que si criminales, desleales, antipatriotas. Es chocante esta estrategia del actual Gobierno de deslegitimar a quienes en democracia, y legítimamente, hacen la oposición. La impostura alcanza su máxima expresión cuando Sánchez con voz trémula lamenta que el PP se cierre al diálogo. Además de no llamar a Pablo Casado, el actual inquilino de La Moncloa y su partido han rechazado más de 4.000 iniciativas presentadas en el Parlamento en el tiempo del Covid. En España habrá que recuperar la economía, sin duda, pero lo que hay que reconstruir, lo que se dice reconstruir, es la cultura democrática, arrumbada a día de hoy por la coalición que nos gobierna, como nunca había ocurrido hasta hora. La pregunta es: ¿Quién crispa en realidad en este preciso instante de España?