Hasta aburrir al personal se pasaron los tamagotchis socialistas repitiendo que ZP hacía las políticas más “sociales” del mundo mundial (hablan incluso de inexistentes derechos sociales; y los tontines del PP lo copian), mientras se negaba a cada vez más trabajadores el derecho al trabajo, que es lo más social que existe. Una vez claro que el paro iba a ser, como siempre que gobierna la Pesoe, terrorífico, se pusieron estupendos prometiendo no crear empleo, pero sí dar ayudas a los parados de larga duración. 420 euros a los parados que hubieran agotado ya su prestación. El PER nacional.
Pues bien, ahora esos 420 euros van a desaparecer. Y quieren reducir la prestación por desempleo un 10%.
No lo hacen por convicción. Si de ellos dependiera seguirían derrochando y esclavizando a la población que aún trabaja y castigando el esfuerzo y el ahorro. El premio para la cigarra y el castigo para la hormiga, que es lo suyo. Lo hacen obligados por los que dirigen nuestra economía, que son el FMI y la UE, quienes, al fin y al cabo, se juegan su sistema financiero. Y es que el inútil de Zetapé, el que ha hundido política, económica y moralmente España, tiene en un “ay” no sólo a la economía nacional, sino a la economía mundial. Los bancos franceses y alemanes no podrían hacer frente a la quiebra declarada de España.
Eso sí, en el PSOE, mientras reducen la subsistencia de miles de familias (hay ya 9 millones de personas bajo el umbral de la pobreza) no ofrecen un sólo plato de sopa a las familias desafortunadas. Dan lecciones de moral pero no ayudan más que a sus familiares directos (véase Bono, véase familia Pajín, véase…). De eso se encarga, vía Cáritas, la denostada Iglesia Católica.
Los progres, (de izquierdas y derechas) cuya característica principal es su amoralidad, están para tareas “más elevadas”, como crear aún más hambre y miseria.
Pues bien, ahora esos 420 euros van a desaparecer. Y quieren reducir la prestación por desempleo un 10%.
No lo hacen por convicción. Si de ellos dependiera seguirían derrochando y esclavizando a la población que aún trabaja y castigando el esfuerzo y el ahorro. El premio para la cigarra y el castigo para la hormiga, que es lo suyo. Lo hacen obligados por los que dirigen nuestra economía, que son el FMI y la UE, quienes, al fin y al cabo, se juegan su sistema financiero. Y es que el inútil de Zetapé, el que ha hundido política, económica y moralmente España, tiene en un “ay” no sólo a la economía nacional, sino a la economía mundial. Los bancos franceses y alemanes no podrían hacer frente a la quiebra declarada de España.
Eso sí, en el PSOE, mientras reducen la subsistencia de miles de familias (hay ya 9 millones de personas bajo el umbral de la pobreza) no ofrecen un sólo plato de sopa a las familias desafortunadas. Dan lecciones de moral pero no ayudan más que a sus familiares directos (véase Bono, véase familia Pajín, véase…). De eso se encarga, vía Cáritas, la denostada Iglesia Católica.
Los progres, (de izquierdas y derechas) cuya característica principal es su amoralidad, están para tareas “más elevadas”, como crear aún más hambre y miseria.