Bieito Rubido en Sin categoría 17 octubre, 2018 201...

Bieito Rubido en Sin categoría 17 octubre, 2018 201 Palabras.

Lealtad.

Que Pedro Sánchez pida ahora lealtad, con 84 escaños y el apoyo de los golpistas, incita más a la náusea que a la carcajada. Es cierto que la política española anda muy necesitada de una cultura de la lealtad institucional. Es más, a España -y a los ciudadanos, en particular- le habría ido mucho mejor si los dos grandes partidos hubiesen practicado más esa confianza mutua que se han negado, en lugar de malbaratar la fortuna de este país en las subastas periódicas con los insaciables y codiciosos nacionalistas. El día que PP y PSOE aprendan de verdad la lección del recíproco apoyo y el respeto a los consensos democráticos elementales, habrán cambiado para bien la historia de España. Lamentablemente, no será Sánchez, ese hombre que les teme a las urnas, el que protagonice esa página esperanzadora de la política española. Tras ser rechazado dos veces por los votantes, ha forzado la aritmética parlamentaria hasta lo impensable y gobierna secuestrado por populistas e independentistas. Y ahora reclama lealtad. Suena a descomunal tomadura de pelo. Todo en él es impostura.