¡Qué bonito libertad! Me encanta tu narrativa que refleja...

! Hola amigos!... Todos. Entraba a saludaros y he leído en unos de los mensajes: CHAQUETA. Yo tuve una primera chaqueta que tiene historia y que aún conservo parte de ella: los botones. Dichos botones han estado en tres chaquetas, la última la conservo y es una pena, que se me haya quedado un poco estrecha: me caúia muy bien, y, para ser sincero, dos sastres se encargaron de hacer un comía de la primera.
Para entender la historia es preciso señale, que en el pueblo donde nací, ya se consideraban mozos a los que cumplían 14 años. La fiesta llebaba el nombre de: "la fiesta de los mozos", estos eran bendecidos por el cura, y debian de dejar auque solo fuera por un día su pantalón corto, vestían su primera chaquera, un sombrero, y armados de una vela, paseaban sus 14 años con el orgullo de ya ser hombres.

LA CHAQUETA.
! El afilador!! El lañadór! (abundaban los pobres) Voces que se asomaban a los pueblos desde los rincones del hambre. Los perros les ladraban. No todas las puertas se abrían a su voz que tenía mucho de plañidera. Años atrás no recuerdo si había perros, si que recuerdo huyeron de la torre las palomas.-
Se estañaban diferentes cacharos de cocina, y se afilaban cuchillos, por aquellos nomadas muy abundantes que parió años atras una locura.. toda una tropa de muy pocas alegrías visitaba los pueblos, en busca de un mendrugo de pan-
ya hacía algunos años, que la música de los arados se escuchaba en el surco...

El año en el que se desarrolla esta historia, el Cielo fue generoso en la primavera, que se reflejaría en la era, con abundante cosecha. Los olivares también dieron abundante fruto, para algunoos esto suponía, unos miles de reales. En casa de este candidato a chaqueta y pantalón largo, para los días de fiesta en la próxima primavera, el protagonista de esta historia, ya sería hombre, muy dispuesto para empuñar la esteva si bien muy poco la empuñó. que si la azada, y su inseparable volumen: un libro llamado "Los miserables" A algunas gentes le chocaba, que en el macuto aquel que años atrás, abandonado los soldados, no solo portaba un pedazo de pan y algunas nueces, como comida en en la tarea del campo, si no también algún libro.
Eran vísperas de navidad cuando la abuela le dijo: Tu madre se acercará a Madrid para ver a tus tías, irás con ella, y les llevaréis unos talegos de garbanzos y judías, y, de paso, tu madre te comprará una chaqueta para que la estrenes en la próxima "pascua de los mozos". El muchacho recogió la noticia sin emoción alguna, si le seducía el viaje.
El tren, lento y que parecía no iba a llegar nunca, y los talegos debajo el asiento por si "los civiles" llegaron a la ciudad sin novedad.
Abrazos de las tías, para el muchacho y su hermana,... y el milagro de la tía segunda, con un guisado de alcachofas.
Y el metro. Y muchas gentes, que apenas si se hablaban, y en la puerta de una iglesia un hombre luciendo su muñón pidiendo limosna entre otros, y... Cascorro que lucía aquella mañana escarcha. poco mas adelante, gentes que gritaban,! Ropa, ropa como nueva! La tía Guadalupe, ni corta ni perzosa, se lanzo sobre una chaqueta, que hizo probar al mozo, mientras decía que le quedaba muy bien añadiendo que como faltaban unos meses, y estaba en la edad de crecér, sería adecuada. El hombre, dijo que pertenecía a un ingles de los que vinieron años atrás a ayudar a los rojos: Lo de rojos lo dijo en voz baja, dijo euna cantida, a la que la Tía Guadalupe, digo que le parecía exagerada, mientras que tomando la chaqueta, hizó ademan de posarla donde estaba. Un regateo y al final por no pocas pesetas, según la tía, la madre asintió en quedársela.
y ya de vuelta a casa de la tía de nuevo a probar la chaqueta, que por cierto alegró al muchacho que a sus primos les gustara. para mi la quisiera. dijo el mayor. tu la tendrás cuando la ganes, en vez de estar metido en cosas que un día nos van a dar un disgusto. Y el muchacho escucho, como la tía decía a la hermana, que su hijo no dejaba de lado la costumbre de hablar mal de Franco, y que eso era peligroso, que se le decía y no hacía caso.

De vuelta al pueblo, a sus campos y a sus fríos, y a patear su rojos caminos, que como ébras del destino exhibían sus cantos, aún mas tristes que alegres.
Había pasado la Navidad, se habían paseado las zambombas con esa ilusión que se hereda, reyes sin reyes o con una onza d chocolate o un pe, que fuera cosa de la abuela a sabiendas de que el nieto, no creia en Reyes Magos.
Y la negra chimenea. Y la gran nevada. Y la abuela dando a la rueca. Y la madre tejiendo calcetines de lana. Y el abuelo trabajando la pleita, para un serón nuevo. Y al padre que le atrapó la nevada, habiendo estado en busca de leña, que llegó sacudiendo la nieve, arrojando a la lumbre romero, mientras se desprendía de sus albarcas y calcetines empapados, que colgara luego en los clavos de herrero clavados en la pared. Si dijo; creo que vamos a aprovechar para matar al cerdo. La madre dijo de esperar. calló el padre, y se hizo tal y como dijo la madre: se esperó
Y nuestro protagonista, a leer: sus primos le habían regalado un montón de tebeos. Su primo Juan que tenía muchos libros, uno de alguien que se llamaba Bequer. La abuela al lado de la fogata le pediría como siempre hacia, le leyera.! Pobre abuela! A veces lloraba.
Y el muchacho leía y leía, solo al anochecer se acercaba a los arcos del ayuntamiento a jugar a las tabas. regresaba y la abuela de nuevo le pedía que le leyera algo mientras hurgaba los leños que chisporroteaban y soltaban pavesas que se perdían hacia el cielo, hasta las estrellas: scibiría después en aquel cuaderno de tapas azules, con aquel lápiz que amenas si se le podía agarrar de los dedos por lo gastado. Escribió aquel día:
"Porque conciencias hacen llorar/ porque la pena se ve hasta a oscuras/ en lentas horas duras de pan..." Fuera así como el muchacho, en aquellos años de estrecheces hacía sus sueños anchos. Y que aunque la chaqueta no le ilusionó en un primer momento. si comenzó a pensar, en que solo dentro de unos días le dirán a su madre:"ya tienes un mozo".
libertad.

¡Qué bonito libertad! Me encanta tu narrativa que refleja tan entrañablemente esa época que muchos de nosotros hemos vivido. Muchas gracias amigo por compartir tus vivencias y recuerdos con todos nosotros
Un abrazo
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
! Hola! Se dice que a cada tonto con su tema: Por mi parte y dado, que alguien que hace unos días no me responde, en un tema de este foro, ni en faceboot tampoco
me permito decir que si me ha leido alguien que pasea su mirada por aqui.
Solo quire decir que esa persona que ha escrito su biogarfía muy sincera, que esta me ha gustado, y que, historias reales como la de la chaquera, si cuento los folios que tengo escritos por centimetros, podría decir que yo ya tengo la mía (mi historia9 y que solo me falta hilvanarla.
Bien Yoli, estoy bien de salud, sin arrugas, sin mdicamentos, salvo uno que seguramente me recomendó para los disgustos que me da ente gobierno con sus mentiras. Y por ahí dando, en eso que yo llamo desahogo, recabando recuerdos, bellos, otros no tanto y otros infinitamente tristes, y muy parecidos, a llos que algunas gentes, ho sufren... Bien por lo tanto pese ma que dentto de muy pocos días, se pondrá en la tarta un 8 y un 0
Hoy no le he dado a la tecla, y si me he empapado, de la historia, de la calle de Burgos. Se menciona mi región y hasta personas que yo conozco.: nunca lo hibiera imaginado.. la de amigos que tenía un "señor" llamado A. M Pozo, al que se le nombra "jefe de Burgos". tal vez se lo envía a elo.
De todos modos, he memorizado lo leido y por algua parte hablaré sobre el tema, sobre todo para esos que parecen no entendér que la gente esté indignada.
Un abrazo. ... (ver texto completo)