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El Periódico de Espsña

PESIMISMO EN LA DERECHA

Malestar en el PP por la ‘bunkerización’ de Feijóo con la estrategia: “No salimos del bucle del 23J”
Ni los barones autonómicos de mayor peso, ni buena parte de la dirección nacional, ni el grupo parlamentario conocía el por qué de dejar fuera de la Mesa a Vox. La negociación la llevó el estricto núcleo duro de Feijóo. Hay preocupación en todas las capas del partido por no ser capaces de "dar la vuelta" a la imagen de derrota tras las generales
Feijóo, al lado de Cuca Gamarra durante la sesión constitutiva del Congreso.
Feijóo, al lado de Cuca Gamarra durante la sesión constitutiva del Congreso. /
DAVID CASTRO.

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Paloma Esteban
Madrid 20 de agosto del 2023. 06:50
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El pesimismo se ha instalado en el PP. Los días pasan y la mayor parte de los dirigentes piensan que están siendo incapaces de salir del “bucle” de lo que ocurrió el 23 de julio. Una victoria electoral con sabor a derrota, que se convirtió en un fracaso casi de manera inmediata sin que Alberto Núñez Feijóo haya podido darle la vuelta. En Génova reconocen que siguen librando la batalla del “relato” y por eso, en todas sus intervenciones recientes, el líder gallego repite insistentemente que fue el PP quien ganó y no el PSOE. Por el mismo motivo, aunque no tiene los números suficientes, sigue convencido de ir a una investidura. “Todo es tan maquiavélico que estamos a cuatro diputados y parece que no dimos el golpe del siglo”, resume un alto cargo.

En este momento no hay voces de peso dentro del PP que se opongan al camino de la investidura. Ni siquiera en privado. Al contrario. El partido sigue reclamando “no tirar la toalla” en vista de que Pedro Sánchez, por mucho que exhibiera una mayoría parlamentaria en la constitución del Congreso esta semana, “lo seguirá teniendo muy difícil” para atar los apoyos de los independentistas. Por eso, el desconcierto en la formación fue total cuando Feijóo no consiguió amarrar en la votación del jueves los votos de Vox para la candidatura de Cuca Gamarra.

También lo fue para el líder nacional —no pudo esconderlo en el gesto— que seguía convencido de que Santiago Abascal prestaría sus votos al PP por si había una posibilidad de que la socialista Francina Armengol se quedara en la orilla. “No se trataba de regalar nada al PP y Vox lo sabía perfectamente. Se trataba de mantener la estrategia del frente constitucionalista. Seguir visibilizando que hay una opción de 172 diputados. Y no era a cambio de ningún puesto en la Mesa ni de compensar con nada. Era participar en algo que frustrara el peso de los independentistas si se daba esa oportunidad”, zanjan en el entorno del PP tratando de acabar con las críticas de "ingenuidad absoluta" sobre Feijóo.

El líder de Vox, Santiago Abascal, en el Congreso de los Diputados.
EL PP DA POR HECHO LOS 33 VOTOS
Vox afirma que sigue "con la mano tendida" a Feijóo pese "al desprecio" en el Congreso
Que la papeleta de Gamarra (que se expuso siendo la número dos del partido) solo tuviera 139 escaños agujereó la estrategia del dirigente gallego en la primera votación pública, mostrando una vulnerabilidad excesiva que ha sentado muy mal dentro del partido. Ni los barones autonómicos de mayor peso, ni buena parte de la dirección nacional, ni el grupo parlamentario conocía el por qué de dejar fuera de la Mesa a Vox si eso iba a implicar no tener sus 33 apoyos. Esas conversaciones con el partido de Santiago Abascal transcurrieron en el estricto núcleo duro de Feijóo, incluido algún contacto entre líderes.

En Génova aseguran que Vox “supo en todo momento” que no tendría los votos para hacerse con un hueco en la Mesa y que, aun sabiéndolo, no trasladó en ningún caso que iría por libre y dejaría de apoyar a Gamarra. Hubo conversaciones la misma mañana del jueves, tras conocerse el preacuerdo entre Junts y el PSOE, donde el partido de Abascal solicitó un sitio en el órgano de gobierno de la Cámara. El PP planteó otras opciones relacionadas con comisiones y otros aspectos parlamentarios, cerrando esa puerta. Y Feijóo asistió a la votación sin saber que Vox votaría por su propio candidato.

Después de la sesión constitutiva el líder del PP tuvo una comida con su equipo más cercano y más tarde estuvo en Génova. La mitad del comité de dirección se encontraba fuera de la sede del partido y no hubo una reunión de la cúpula, pero sí se vio con dirigentes que estaban en el cuartel general. Tampoco existe malestar de Feijóo con dirigentes que ni siquiera participaron en la estrategia que él sí capitaneó. De hecho, según explican fuentes del PP, la “sorpresa” y la “desconfianza” es máxima ahora con Abascal. Y mientras, en el propio partido, crecen las críticas por lo que muchos han visto como una nueva “bunkerización” del líder y su equipo más cercano que le acompañó desde Galicia.

Alberto Núñez Feijóo junto a Cuca Gamarra en la sesión constitutiva de las Cortes.
TRAS PERDER LA PRESIDENCIA DEL CONGRESO
Feijóo mantiene la intención de ir a la investidura y cuenta con Vox pese a su desencuentro
En Génova, sin embargo, defienden la hoja de ruta seguida. Con respecto a la Mesa, reiteran que Feijóo reveló a sus diputados y senadores los nombres elegidos el día anterior de las votaciones y, en el caso del Congreso, zanjan: “Se dieron cinco nombres. Uno, el de Cuca, para la presidencia. Y otros cuatro para las vicepresidencias y dos secretarías. No cabía Vox por tanto. Estaba claro”.