La hora de la sociedad andaluza
"La investidura de José Antonio Griñán como Presidente de Andalucía, gracias al poyo de Izquierda Unida, convertirá a esa Comunidad Autónoma en la comunidad de referencia para la izquierda política y social. Cabe preguntarse con qué programa gobernará Griñán, dado que sus socios enarbolan propuestas tan singulares como la creación de un Banco Público de Tierras o la referencia a la Tercera República.
Griñán será presidente de su Comunidad Autónoma sin haber ganado las elecciones, en un momento en el que el gobierno de España marca una política que se aleja a pasos agigantados de la que los socialistas proponen en Andalucía. Y lo será con el peso de la Justicia sobre sus espaldas, a causa del caso de los ERES fraudulentos financiados por la Junta que ha llevado a la cárcel al que fuera titular de Trabajo del pasado gobierno socialista.
Junto a la desoladora corrupción, hija de una forma de ejercer el poder, la sombra de un desempleo que en Andalucía supera la media nacional y los alarmantes indicadores de déficit público. Y si estos síntomas son graves, los referidos a la concepción de la vida, del matrimonio, de la educación y del significado de la laicidad, no lo son menos. No parece que la política vaya a favorecer la regeneración, pero la sociedad andaluza es mucho más que su clase política, y ésta es decididamente su hora".
"La investidura de José Antonio Griñán como Presidente de Andalucía, gracias al poyo de Izquierda Unida, convertirá a esa Comunidad Autónoma en la comunidad de referencia para la izquierda política y social. Cabe preguntarse con qué programa gobernará Griñán, dado que sus socios enarbolan propuestas tan singulares como la creación de un Banco Público de Tierras o la referencia a la Tercera República.
Griñán será presidente de su Comunidad Autónoma sin haber ganado las elecciones, en un momento en el que el gobierno de España marca una política que se aleja a pasos agigantados de la que los socialistas proponen en Andalucía. Y lo será con el peso de la Justicia sobre sus espaldas, a causa del caso de los ERES fraudulentos financiados por la Junta que ha llevado a la cárcel al que fuera titular de Trabajo del pasado gobierno socialista.
Junto a la desoladora corrupción, hija de una forma de ejercer el poder, la sombra de un desempleo que en Andalucía supera la media nacional y los alarmantes indicadores de déficit público. Y si estos síntomas son graves, los referidos a la concepción de la vida, del matrimonio, de la educación y del significado de la laicidad, no lo son menos. No parece que la política vaya a favorecer la regeneración, pero la sociedad andaluza es mucho más que su clase política, y ésta es decididamente su hora".