Hola Angel:...

DELINCUENTE. Hace años, muchos años, en los inicios de la dictadura, el hambre era mucho más soportable en los pueblos que en las capitales. En los pueblos había de todo, o casi. Yo viví en los dos sitios. En vacaiones siempre me iba al pueblo, y mire usted -supongo que conoció los cangrejos de río-, pues bie, había tantos que en mi casa siempre teníamos cangrejos, y oiga, ¡qué ricos que estaban! guisados o con arroz. Bueno, pues en los pueblos el que pasaba hambre era porque la pobreza en su casa era mucha.

Huevos no faltaban y leche tampoco, así como la fruta. Y el que podía más o menos sembraba trigo, hacía harina y comía pan.

Por supuesto, en aquellos tiempos se vivía mejor en los pueblos, sin lugar a dudas, porque el estraperlo hacía mella en la capital. El estraperlo y la carencia de alimentos que estaban racionados. Si yo le contara...

Un saludo.

Es verdad, Angel.
En Asturias al parecer no se pasó tanta hambre prescisamente por eso. Al
menos en las zonas rurales quien más quien menos tenia su huerta y su vaca
y sus gallinas. Efectivamente.
En las capitales ya la cosa cambia, por lo que muy bien indicas: el
estraperlo, etc. Pero en los pueblos, pueblos, desde luego siempre tenian
que comer.
Saludos.

En los pueblos tambien vivían familias con montones de hijos y con un terruño impresentable. Se dedicaban a ser mano de obra del resto del pueblo y que tambien pasaban verdaderas necesidades. Soy testigo
No todo es orégano.
Un saludo.

CLARA. Nadie dice que en los pueblos todos fueran terratenientes. Había ricos en tierras y ganado, y otros tenían menos tierras y poco ganado. Pero vivían y no pasaban hambre. Yo también soy testigo de aqwuellos años. Es cierto que había familias que no tenían nada, pero todo el pueblo se volcaba con esas familias y les llevaban de todo. Esencialmente productos de la tierra.

Hola Angel:
Yo he vivido varias realidades y me han contado otras. Relativas a los cangrejos, acabada la guerra y sin pan que poderse llevar a la boca, mis familiares iban buscando donde trabajar y de Castilla La Mancha, que en aquel entonces era Castilla La Nueva con Madrid, se refugiaron en Castilla y León, en un pueblo de Soria donde encontraron trabajo en la construcción del nuevo tren. Algo que ganaban entre la madre y los hijos pequeños, les daba para comer malamente. Así que mi padre, que era de los más pequeños, no dudaba en meterse al río y pescar unos cuantos cangrejos que mi abuela les guisaba con arroz.
Me lo contó hace pocos años mi padre, que él no tenía miedo a los cangrejos, y sus hermanos, que podían trabajar sí. Así que al río. A mi padre, de pocos años ni le daba miedo y menos vergüenza. Era lo que había y aunque pequeño se sentía importante de poder procurar a los suyos algo que comer.
A nadie le daba vergüenza de que hubiera cangrejos, que les cogían a cubos.
Una tía mía se metía al río y cuando cuando le empezaban a picar en las piernas los iba cogiendo con las dos manos. ¡Cuántas historias familiares entorno al cangrejo autóctono!
Yo ya no le llegué a pescar pero acompañaba a una vecina que les cogía con reteles cuando ya no había muchos y caían con cuentagotas en las redes. Ya se sacaba permiso y al poco tiempo, tras los experimentos de los de Icona desaparecieron, casi sin dejar rastro.

Luego sé como se pescaban aquí donde vivo a través del testimonio de las personas que lo vivieron. Aquí había más con qué comer y no se solían guisar con arroz, se comían solos con ajos y aceite untando pan.
Con el tiempo pudieron tener trabajo en los pinares y mas tarde en Madrid.

Y en cuanto a los ricos y los pobres. Les había que no tenían nada, y había algunos que tenían tierras pero el testimonio de mi suegra era que no se diferenciaban tanto los unos de los otros, sino por el trabajo.

El que tenía tierras, trabajaba mas que el criado. Al menos en la familia de los padres de mis suegros. Y mas la mujer, que además de ir a la tierra con todos a trabajar y a enseñarles el tajo, todavía tenían que hacer el trabajo de la casa, y la comida para todos, amos y criados, que comían lo mismo.
O sea, que la que verdaderamente trabajaba era la que tenía las tierras. Porque luego, cuando se acababa el trabajo en el campo, los criados tenían tiempo de charlar a la fresca, pero la ama tenía que apencar con mas trabajos de los que podían hacer. Eso puede variar mucho de unos sitios a otros pero la vida no era fácil para nadie. Los que no tenían porque trabajaban solo para comer y poco mas; y los que tenían porque tenían que trabajar lo mismo, pagar los trabajos y seguir trabajando en las casas si además tenían ganados que atender y muchos hijos, marido, padres... Y quesos que hacer. La madre de mi suegra se murió muy joven y muy gastada por la vida que le tocó. Una vida de las " ricas trabajadoras " de entonces.

No sabemos de la misa la media pero está bien poder poner las historias de cada uno para contrastarlas.

Un saludo
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
CARMEN GSARCÍA GARCÍA. Todo lo que cuenta es una realidad sin precedentes. Tanto en CASTILLA LA NUEVA COMO EN LEÓN (ahora Castilla y León) los cangrejos de río formaban parte de una riqueza española. En los diz últimos años de la existencia del cangrejo, los hobres de la ciudad empezaron a saborear este animalito acuático. Se pagaba mucho por los cangrejos, los bares y restaurantes los vendía muy bien.

Pero volviendo al principio de la dictadura, los cangrejos se pescaban como se te ocurriera ... (ver texto completo)