Buenas tardes Juan: Este viaje lo hice en enero del...

Los oasis de montaña tunecinos:

Dejamos TOZEUR y en una gran explanada en un cruce de carreteras subimos a los todo terreno que nos llevarían por caminos imposibles hasta los oasis de montaña. El paisaje era demoledor, lleno de pequeñas hierbecillas donde pastaban manadas de dromedarios con sus crías.

De pronto los coches comienzan a dar saltos, ya íbamos desierto a través acercándanos a las montañas de Chebika.

Desde lo alto de las montañas se veía un pueblo entre palmeras, era Tamerza, el pueblo que quedó destruido por las lluvias de 1969; las casas eran de barro y arena y no resistieron las inundaciones. Ahora existe un pueblo nuevo con edificios de ladrillo. Según los arqueólogos se han encontrado yacimientos prehistóricos y la Tamerza más antigua la fundaron los romanos.

Para ver bien el paisaje y los pequeños oasis, tienes que adentrarte por una serie de galerías desde donde se contemplan los pequeños lagos y cascadas de agua caliente. Son una maravilla; lo que no es tan maravilloso es la cantidad de niños pidiendo y queriendo vender baratijas a los turistas y los desagradables guías "espantando" a los niños para que no nos molestaran.

Allí cometí un grave error, según un inhumano guía y fue darle dos euros de nada a una niña que quería venderme una pulsera de piedrecitas horrible; De pronto salieron de entre las piedras un batallón de niños que también querían venderme algo ó que les diera alguna moneda.

Me acordé de los niños de España tan bien cuidados y abrigados y me dio una inmensa pena verlos con aquellos jersecillos y sus caritas morenas suplicando que les diera algo. El guía, cuando me vio rodeada se puso como una fiera y me dijo: ¿USTED NO SABE QUE A LOS NIÑOS NO SE LES DEBE HACER CASO?, ME HA ESTROPEADO EL ITINERARIO Y HAY GENTE ESPERANDO MÁS IMPORTANTE QUE LOS NIÑOS. No sé lo que sentí, fueron unos momentos de tensión indescriptibles que me hicieron llorar y no olvidar jamás en mi vida este episodio.

Preciosa foto. Pero vayamos a tu viaje por tierras que pertenecen a un pais, que pasearon mis pies jóvenes, y doloridos por el peso de las botas, largas caminatas entre polvo y sed.
No, No voy a escribir hoy de aquello que costó mucho dinero y sangre, y todo para, dárselo hecho y mas hacia el Oeste, encerrar a todo un pueblo, tras un muro de cientos de kilometros y (repito) del que puedo decir es mucho mas cordíal que en la parte Norte de esas tierras.
Y es que amiga Noemí leyéndote me haces recordar multitud de cosas, de los hasta tres viajesa, por ese continente... ademas yo era joven, aún asi ya me hacía multitud de preguntas sobre la condición humana.
Lo que si viera es la gran pobreza y lo poco que esas gentes precisan para vivir. Y lo que si se es la enorme cantidad de dinero, que se gastan en un ejercito corrupto del que se puede decir otras cosas, como armados hasta los topes, sometiendo a un pueblo y a su propio pueblo.
Nada se dice de el coste que suponía para el Estado Español mantener todo aquello, muy poco de los que por allí dejaron su vida, y menos aún de morder la mano que les daba de comer... y les sigue dando, puesto que no hay que olvidar al millón de marroquíes. que se han asentado en nuestro país, huyendo de la miseria.
En ocasiones he sentido la tentación de viajar, pero me vienen recuerdos y desisto por lo que señalo; que hay una diferencia muy grande, entre los que habitan que viven en el desierto,; estos últimos eran mas tratables y te invitaban a sus jaimas; ofreciendo de lo poco que poseen.
Los niños: los niños son niños y en su inocencia, aún no entienden el por que hay mayores, que esclavizan a otros mayores y a los propios niños. Justamente poso unaq foto con un niño que me agradecía desde sus ojos grandes el turrón ya rancio, que se envió por las navidades del 57. Si que mientras le deba chocolate que se derritía, y recordaba, como de niño se me ofreció algo parecido.
Un día de estos, puede que me cuente algo de las montañas, del Este, o tal vez de las dunas mas hacia el Oeste. Hoy me roe la necesidad, de escribir, sobre viajeros en las calles de nuestro propio país. Será tal vez para esta tarde. ahora me espera la bici, si biel el sol cae con fuerza.
! Feliz fin de semana y un abrazo!

Buenas tardes Juan: Este viaje lo hice en enero del 2010, justo un año antes del golpe que se cargó al presidente y a su familia que vivían como reyes en su palacio de Cartago. No creo que hayan cambiado mucho las cosas desde el 57; los taxistas no hablaban cuando les tirábamos de la lengua y se palpaba el miedo y la miseria. Por las carreteras había gasolineras fantasma vendiendo la gasolina tres veces más barata que en las gasolineras legales. Vimos muy pocas mujeres con velo y había chicas guardias urbanos dirigiendo el caótico tráfico. Se notaba que algo comenzaba a querer cambiar, en las mezquitas no dejaban entrar a los turistas: qué distinto de nuestras catedrales, no puedo imaginarme a un viajero no pudiendo admirar las vidrieras de la catedral de LEÓN, por ejemplo ó no poder entrar en La Mezquita de Córdoba.

Un saludo, no te cuento más porque voy a seguir escribiendo sobre el tema.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Verá Noemí: ayer no se que demonios le ocurría al ordenador que me refusaba todo menos la impresora, le dí trabajo y precisamente en una especie de relato, sin adorno alguno, de algo que me sucedió precisamente en este mes, y seguramente a mediados del mismo en un lugar llamado "El Bullarifen" a unos kilometros de la ciudad de Ifni. Yo pensaba en mi tierra, en mi pueblo, en mi niñez juajando entre ametralladoras e incluso las tocaba, sin que mi corta edad y mi inocencia no se preguntaba nada... Si ... (ver texto completo)