Las cenas y joyas de Corcuera con dinero público (1/2)...

Las cenas y joyas de Corcuera con dinero público (1/2)

El ministro de Felipe González siempre tuvo buen apetito y un tribunal acreditó incluso su escaso “refinamiento o discutible gusto”. Ahora que ha salido de las catacumbas para retomar su actividad gastronómica, pretende asaltar el proyecto de Pedro Sánchez pero la Audiencia Provincial de Madrid ya le sacó sus sonrojados colores por su escasa moralidad pública y política cuando se sienta ante un mantel. Y aunque nunca se le hizo una inspección fiscal, los jueces alcanzaron a lamentar la desaparición del delito de “malversación por imprudencia”, que el régimen suprimió, al igual que el control de la Intervención General del Estado: la sentencia 155/2002 describe con todo lujo de detalles –nunca mejor empleada la expresión– como hasta en tres ocasiones saqueó el erario público en ágapes en los que “regaló” sus compras en la Joyería “Vargas” o en “sobres” de los “fondos de reptiles” que manejaba: 18 sortijas de oro y piedras preciosas, 26 pulseras y 25 collares como los de la mujer de Franco, y más de 6 millones de euros en fondos reservados. Salió libre, pese a las detalladas acusaciones del fiscal y de la Abogacía del Estado y fruto de aquella absolución hoy anda suelto. “Espía en el Congreso” ha tenido acceso a la sentencia, que reproduce literalmente en todas las alusiones a Corcuera para vergüenza de las generaciones futuras, de sus jefes de prensa y de sus propios compañeros de partido:

21 de enero de 2002 SENTENCIA 155/2002. AUDIENCIA PROVINCIAL DE MADRID. Los acusados en esta causa son: D. José Luis Corcuera Cuesta, nacido el 2 de Julio de 1945. Fue Ministro del Interior desde el 12 de Julio de 1988 al 24 de Noviembre de 1993. (…)

SEXTO.- Como se ha dicho, el Sr. Corcuera tuvo a su disposición las cantidades presupuestadas para gastos reservados que se ingresaban en la cuenta 24-000164-1, denominada “habilitación de material”, en el Banco de España, y que fueron de 190.000.000 pesetas anuales desde 1988 a 1992 y 163.500.000 pesetas en 1993 (total 1.143.500.000 pesetas).

Jose-Luis-Corcuera-Javier-Barr ionuevo EDIIMA20140923 0909 4Durante las Navidades de los años 90, 91 y 92 Corcuera reunió a algunos altos cargos y funcionarios del Ministerio del Interior, y les invitó a una cena, que tenía lugar en el propio Ministerio, y a la que asistían cuarenta, cincuenta personas, o más. En el curso de esa cena, obsequiaba con una joya a las esposas de dichas autoridades o funcionarios. Dispuso para ello, con cargo a la referida cuenta de gastos reservados, de las siguientes cantidades:
– 1.761.000 pesetas, con las que pagó, el 19 de Diciembre de 1990, 18 sortijas de oro y piedras preciosas y un encendedor.
– 2.849.860 pesetas, con las que pagó, el 4 de Enero de 1992, 26 pulseras.
– 2.775.000 pesetas, con las que pagó, el 13 de Enero de 1993, 25 collares.
Todas las compras las realizó pagando contra factura, que incluía en las cantidades antedichas el impuesto sobre valor añadido, en la Joyería “Vargas”, sita en la calle Nuñez de Balboa nº 37 de Madrid.

Archivo antiguo. En el Congreso de los Diputados. Horizontal

7. Preocupados por su porvenir económico al abandonar el Ministerio, Roldán y Rodríguez Colorado celebraron otras reuniones con Rafael Vera, de las que son conocidas las que tuvieron lugar en el “Cenador de Salvador” de la localidad
madrileña de Moralzarzal y en el restaurante “El Molino” de Algete. En esta última, Roldán y Rodríguez Colorado llegaron al acuerdo con Vera de recibir mensualmente cinco millones de pesetas a modo de gratificación o sobresueldo. Consta igualmente que el acuerdo se alcanzó en ausencia del Sr. Corcuera que se incorporó más tarde a la reunión por tener otras obligaciones. No consta que Corcuera impulsara o aprobara ese acuerdo.

Felipe+Glez.+Vera+y+Barrionuev oPero en las reuniones de Roldán con Rodríguez Colorado y Vera sí hubo acuerdo. Roldán dice la verdad en esto. Que las reuniones tuvieron lugar lo anticipa, aunque con un error de fechas (año 91 en vez de año 90), la esposa de Roldán antes de conocer los extractos bancarios y lo dicen todos: Roldán, Rodríguez Colorado, Vera (aunque con reticencias) y Corcuera (aunque llegó tarde y afirma que ante él no se hablo de dinero ni se acordó nada). Que hubo acuerdo lo dicen los hechos.

la-vieja-guardia-califica-de-d isparate-y-torpe-la-propuesta- federal-del-psoe (Pero la) prueba no existe y, en consecuencia, no podrá declararse que los Ministros Sres. Barrionuevo y Corcuera consintieron la sustracción de caudales públicos, por lo que, en lo que respecta a esta imputación, única para el Sr. Barrionuevo, deberán ser absueltos. La invocación de su condición de garantes como responsables del Ministerio no puede hacer referencia sino a una condición de garante político y tiene su traducción en la responsabilidad política una vez que el Código Penal vigente ha hecho desaparecer la figura de la malversación por imprudencia.

corcueraok 560x280La posición jurídica, no la política, de garante, con exigencia reforzada del deber de actuar y omisión consciente de ese deber no se produce en este caso, como se ha dicho. Ya se analizará más tarde la imputación al Sr. Corcuera de sustraer fondos para regalos de joyas respecto de la cual imputación no hay que motivar el relato de hechos porque se aceptan por el acusado salvo en el sólo punto que se estudia a continuación.

CorcueraSÉPTIMO.- La instrucción inquisitiva que denuncia la defensa del Sr. Corcuera se refiere esencialmente a la investigación del patrimonio de este acusado. Es fácil censurar a las jueces de instrucción. Mucho más difícil y digno de elogio es instruir –sin errores invocables seriamente- una Causa de estas características e investigar a los poderosos con los limitados medios de la justicia ordinaria.

00880José Luis Corcuera reúne cada año a cuarenta o cincuenta personas y obsequia a las esposas de altos cargos del Ministerio. El encargo que transmitió a José Miguel Vargas, propietario de la joyería del mismo nombre, era que no rebasaran el precio de 100.000 pesetas y así fue, si se prescinde del I. V. A. El total gastado fue 1.761.000 pesetas en 1990, 2.849.860 en 1992 (Navidades de 1991) y 2.775.000 pesetas en 1993 (Navidades de 1992). Total 7.385.860 pesetas, que descontado el impuesto sobre el valor añadido –que retornó al Estado- quedarían reducidas a 6.507.364 pesetas.

2016012816521828797A juicio del Tribunal ello no constituye delito de malversación por las razones que pasa a exponer:
– Se sostiene por las acusaciones que no eran susceptibles de cargarse estos gastos en la aplicación presupuestaria correspondiente a gastos sociales y de protocolo. Se esgrime para ello que el código presupuestario 226-01, antes mencionado, no incluye entre estos gastos las retribuciones en especie al personal funcionario.

9788499704586Es dudoso que un regalo, si no modesto tampoco de fábula, con ocasión de la cena anual por Navidades a modo de atención a las esposas de los funcionarios, y no a estos, tenga la consideración de retribución en especie. Es dudoso que una atención de ese orden no pueda inscribirse dentro de una política que busca mantener la cohesión del equipo ministerial, en un departamento delicado, y en el que la eficacia reclama la continuidad en el ejercicio de muchos cargos. A partir de esas dudas, que la Intervención del Estado hubiera considerado incorrecto el gasto o no justificable es una mera posibilidad que las acusaciones presentan como certeza.

30Por otra parte, la frase “regalar joyas”, contiene una carga afectiva que enlaza el pensamiento, o el subconsciente, con figuras o arquetipos negativos: el pródigo fanfarrón, el nuevo rico, el conquistador profesional, el tirano corruptor … Al juzgar, es preciso desprenderse de esa carga. Posiblemente no se hubiera hablado siquiera del asunto, si, con igual gasto, y con cargo a la cuenta de “Habilitación de Material” incluso, Corcuera hubiera regalado en vez de una sortija o una pulsera una edición cara de un buen libro, un grabado, o aún dentro del campo de la joyería- y se dice con el más absoluto respeto a los sentimientos religiosos- una cadena de oro con la medalla del Angel de la Guarda o de la Virgen del Pilar, patrones de la Policía y la Guardia Civil. El regalo de joyas podrá decir del refinamiento o discutible gusto del Sr. Corcuera pero no de la tipicidad de su acción.