Parte del escrito de Maria García.
Duele. Duele e indigna que quienes fueron líderes socialistas, admirados en su momento, salgan del baúl de los recuerdos favoreciendo descaradamente a la derecha. No es espontáneo, NO. Saben perfectamente lo que hacen y por qué: buscan el momento adecuado, premeditada e insidiosamente para cargar contra PEDRO SÁNCHEZ, su secretario general, como también lo hicieron en su momento contra RODRÍGUEZ ZAPATERO.
Sus salidas de tono son ampliamente aplaudidas por la derecha ultra del PP-VOX quienes aprovechan el mensaje para cargar aún más contra el que sigue siendo presidente del Gobierno, y por ciertos RESENTIDOS SOCIALISTAS que ya no son más que militantes de base, pero sabiendo que su disconformidad tiene ALTAVOCES MEDIÁTICOS. Ya no hablo ni siquiera de Leguina expulsado del PSOE por apoyar a Ayuso en la campaña electoral junto a Nicolás Redondo… O de Corcuera, ni siquiera del rencoroso Tomás Gómez, al que se le está poniendo cara de Rosa Díez, o de Francisco Vázquez… Hablamos de dos de los ‘grandes históricos’, FELIPE y GUERRA. Políticos que pudieron ser admirables, pero SU MOMENTO YA PASÓ.
No dijeron palabra cuando las comunidades regidas por el PP se rebelaban contra el gobierno en plena pandemia. Ni palabras de apoyo o aliento a un PRESIDENTE SOCIALISTA que se ha estado enfrentando a una interminable lista de momentos ‘horribilis’. No se han alegrado ni siquiera con los logros económicos y éxitos internacionales del gobierno de Pedro Sánchez. Nada. Silencio total. Sólo dos históricos expresidentes de Andalucía y Catalunya respectivamente, RAFAEL ESCUREDO y JOSÉ MONTILLA, quienes, junto a RODRÍGUEZ ZAPATERO, han manifestado siempre su apoyo incondicional. Y a los socialistas de a pie, el desplante de Felipe y de Guerra y el resto de ‘momias’, nos ha dado ‘alas’ para seguir apoyando al secretario general elegido por la militancia. Tener otras opiniones es totalmente aceptable, sin embargo, no me parece que la intención de ciertas intervenciones sea simplemente la de hacer uso de su libertad de opinión sino más bien la de dar pábulo a quienes están en la acera de enfrente.
Duele. Duele e indigna que quienes fueron líderes socialistas, admirados en su momento, salgan del baúl de los recuerdos favoreciendo descaradamente a la derecha. No es espontáneo, NO. Saben perfectamente lo que hacen y por qué: buscan el momento adecuado, premeditada e insidiosamente para cargar contra PEDRO SÁNCHEZ, su secretario general, como también lo hicieron en su momento contra RODRÍGUEZ ZAPATERO.
Sus salidas de tono son ampliamente aplaudidas por la derecha ultra del PP-VOX quienes aprovechan el mensaje para cargar aún más contra el que sigue siendo presidente del Gobierno, y por ciertos RESENTIDOS SOCIALISTAS que ya no son más que militantes de base, pero sabiendo que su disconformidad tiene ALTAVOCES MEDIÁTICOS. Ya no hablo ni siquiera de Leguina expulsado del PSOE por apoyar a Ayuso en la campaña electoral junto a Nicolás Redondo… O de Corcuera, ni siquiera del rencoroso Tomás Gómez, al que se le está poniendo cara de Rosa Díez, o de Francisco Vázquez… Hablamos de dos de los ‘grandes históricos’, FELIPE y GUERRA. Políticos que pudieron ser admirables, pero SU MOMENTO YA PASÓ.
No dijeron palabra cuando las comunidades regidas por el PP se rebelaban contra el gobierno en plena pandemia. Ni palabras de apoyo o aliento a un PRESIDENTE SOCIALISTA que se ha estado enfrentando a una interminable lista de momentos ‘horribilis’. No se han alegrado ni siquiera con los logros económicos y éxitos internacionales del gobierno de Pedro Sánchez. Nada. Silencio total. Sólo dos históricos expresidentes de Andalucía y Catalunya respectivamente, RAFAEL ESCUREDO y JOSÉ MONTILLA, quienes, junto a RODRÍGUEZ ZAPATERO, han manifestado siempre su apoyo incondicional. Y a los socialistas de a pie, el desplante de Felipe y de Guerra y el resto de ‘momias’, nos ha dado ‘alas’ para seguir apoyando al secretario general elegido por la militancia. Tener otras opiniones es totalmente aceptable, sin embargo, no me parece que la intención de ciertas intervenciones sea simplemente la de hacer uso de su libertad de opinión sino más bien la de dar pábulo a quienes están en la acera de enfrente.
Todo lo que sea cargar contra el Sánchez, es positivo para España. Chapeau por los buenos socialistas!