AGAPITO MAESTRE:...

AGAPITO MAESTRE:

De Sánchez, el huido, y sus fanáticos seguidores.

Sánchez no da la cara, pero tiene un batallón de periodistas que lo esconden y protegen.

03/3/2024 - 22:32.

El otro día escuché en esRadio a una periodista de El País. Justificaba con facundia y cinismo las tropelías de Sánchez y su gente. Tiraba balones fuera para no comprometer al jefe del Partido Sanchista. Voz engolada y aire de superioridad adornaban a la citada periodista para advertirnos "de que no vale todo en el periodismo". Ella se cuidaba mucho de no meter en el mismo saco a Ábalos y Sánchez, a Koldo y Sánchez, a Armengol y Sánchez, a Torres y Sánchez… Sánchez, el presidente del Partido Sanchista, no debería ser relacionado con el sanchismo. De locos. He ahí toda una soflama para salvar al jefe la cosa. Pero así es la prensa del Partido Sanchista. Inmoral y, sobre todo, anacrónica. Ridícula. Vulgar prensa de partido. Nada. Pero son esos periodistas, tan patéticos como el propio Sánchez, quienes dan aire a Sánchez. Se revisten de una falsa objetividad para esconder su carencia de moralidad.

Sánchez no da la cara, pero tiene un batallón de periodistas que lo esconden y protegen. Es un cobarde, políticamente hablando, pero tiene seguidores más que fieles, fanatizados, entre el periodismo de partido que tanto gusta en España. Gentes que pueden decir las cosas más brutales sin que se les caiga la cara de vergüenza. La periodista decía que ella, como todos los de la redacción de El País, estudiaban con gran seriedad todas las noticias relacionadas con el caso de las mascarillas y, naturalmente, separaba el grano de la paja para dar una información correcta. Mentira. El periódico al servicio del sanchismo y la extorsión separatista está comportándose con la causa abierta por un juez contra una serie de militantes del Partido Sanchista con el cinismo de siempre; hace como si investigara, pero no investiga nada; dice que trae noticias y hechos, pero solo produce basura ideológica, envuelta en papel de fiesta, para ocultar la corrupción sanchista.

Y, sin embargo, esta prensa ya no engaña nada más que a los que quieran engañarse, o sea, a los sectarios votantes del Partido Sanchista. Para eso ha quedado El País. Es prensa para gente sin espina dorsal, pues que nadie con inteligencia ciudadana duda de que el Ejecutivo está en descomposición y el PSOE vive tal crisis que ya solo se le conoce por el nombre de Sánchez. El jefe de la cosa está preparando la huída, pero, antes, hará mucho daño y se llevará a mucha gente por delante. Él, sí, por acción u omisión ya es considerado por la mayoría de los españoles el máximo responsable de la trama de corrupción que tiene en vilo la democracia española. Pero sus sectarios partidarios seguirán ahí. Porque mal está la prensa de Sánchez, pero peor se hallan, mental y espiritualmente hablando, los millones de fieles del PSOE; sí, creen en un partido que ha desaparecido, el PSOE, y lo sustituyen por el Partido Sanchista.

¿Qué decir de los millones de votantes del Partido Sanchista (el PSOE está muerto)? ¿qué decir de esa gente que, independientemente de lo que diga, haga y esconda Sánchez, seguirá votando al PSOE? El asunto es problemático. Irresoluble. Pues, pase lo que pase, se dice pronto, esas personas seguirán votando a Sánchez. El asunto es duro pero real. Cualquier cosa puede decirse de este personal. Quizá no sean dignos de lástima sino merecedores de desprecio, del mismo desprecio que ellos utilizan con el resto de ciudadanos españoles por no votar al Partido Sanchista.

Pues eso, prensa de partido y gente despreciable son los principales aliados de un individuo, Sánchez, que no da la cara, mientras el país se desangra por la corrupción.

Deslegitimado totalmente el gobierno de España, el tinglado montado por Sánchez y los separatistas solo tiene una salida: elecciones ya.