http://www. periodistadigital. com/politica/partidos-politico s/2013/05/13/ana-botella-no-se ra-candidata-a-la-alcaldia-de- madrid-en-2015. shtml
Ana Botella, actual alcaldesa de Madrid, no será la candidata del PP al gobierno de la capital en las próximas elecciones municipales.
Según revela este 13 de mayo de 2013 J. J. Esparza, director de 'La Gaceta', citando fuentes populares de toda solvencia, una encuesta encargada semanas atrás por el propio Partido descalifica todas sus opciones.
Esa encuesta, según lo previsto, debería hacerse pública en el curso de esta semana, verosímilmente el miércoles.
Sus resultados son aniquiladores: con Ana Botella en la cabeza de la lista, el Partido Popular perdería la alcaldía de la capital de España, que lleva gobernando desde 1991.
El PP precisa, por tanto, buscar otras opciones. Es notorio que la labor de gobierno de Ana Botella ha sido un verdadero campo de minas desde que accedió a la alcaldía en diciembre de 2011.
En medios municipales se subraya, en particular, la presión a la que la alcaldesa se ha visto sometida por el equipo del alcalde precedente, Ruiz-Gallardón, que fue precisamente quien la nominó para el puesto.
Botella, en efecto, heredó al completo el equipo de Gallardón no sólo en los cargos de responsabilidad municipal, sino también en las posiciones de poder dentro de la vida social y económica de la capital.
Madrid, con casi cuatro millones de habitantes y la tercera área metropolitana más poblada de Europa, es en sí misma un mundo cuyo gobierno exige habilidades poco comunes.
Ana Botella ha naufragado en esas aguas. Especialmente duro para la imagen de la alcaldesa ha sido el trágico suceso del Madrid-Arena. La lentitud a la hora de exigir responsabilidades precipitó las críticas.
Ana Botella, licenciada en Derecho por la Complutense y funcionaria del Estado por oposición, no había tenido carrera política hasta que su marido, el aún presidente Aznar, decidió retirarse de la actividad institucional.
Era el año 2003 y Alberto Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid, la fichó para su equipo en un movimiento que muchos vieron como un acercamiento del ambicioso Gallardón al núcleo de poder de los Aznar.
El hecho es que Ana Botella entró en las listas electorales de la capital, obtuvo escaño municipal e inmediatamente fue aupada a la segunda tenencia de alcaldía, cargo de la máxima confianza de Gallardón. Se ocupó de la Concejalía de Empleo y Servicios Ciudadanos y lo hizo razonablemente bien.
Trabajadora y discreta como es, Ana Botella logró librarse pronto del sambenito de enchufada y en 2007 volvió a optar en las elecciones municipales con la lista de Gallardón, esta vez con un rutilante número dos.
Ejerció como concejal de Medio Ambiente, puesto en el que hubo de lidiar con una seria crisis de contaminación del aire en 2010.
Nada, en cualquier caso, que le impidiera presentarse nuevamente en junio de 2011 como número dos, siempre de la mano de Ruiz Gallardón, y enseguida hacerse cargo de la segunda tenencia de alcaldía y la concejalía de Medio Ambiente y Movilidad.
Seis meses después Gallardón entraba el Gobierno Rajoy como ministro de Justicia y Ana Botella se veía catapultada a la alcaldía con una cómoda mayoría: 31 votos de los 55 que componen el pleno del Ayuntamiento.
Ahora el problema que se plantea al PP es a quién poner al frente de la candidatura a la alcaldía de Madrid, una pieza cuyo valor político no ignora nadie. Si el PP perdiera la capital, el golpe afectaría al partido en toda España.
No es preciso enfatizar que el nombre que más fuerte suena en los mentideros como posible candidata es el de Esperanza Aguirre.
Ana Botella, actual alcaldesa de Madrid, no será la candidata del PP al gobierno de la capital en las próximas elecciones municipales.
Según revela este 13 de mayo de 2013 J. J. Esparza, director de 'La Gaceta', citando fuentes populares de toda solvencia, una encuesta encargada semanas atrás por el propio Partido descalifica todas sus opciones.
Esa encuesta, según lo previsto, debería hacerse pública en el curso de esta semana, verosímilmente el miércoles.
Sus resultados son aniquiladores: con Ana Botella en la cabeza de la lista, el Partido Popular perdería la alcaldía de la capital de España, que lleva gobernando desde 1991.
El PP precisa, por tanto, buscar otras opciones. Es notorio que la labor de gobierno de Ana Botella ha sido un verdadero campo de minas desde que accedió a la alcaldía en diciembre de 2011.
En medios municipales se subraya, en particular, la presión a la que la alcaldesa se ha visto sometida por el equipo del alcalde precedente, Ruiz-Gallardón, que fue precisamente quien la nominó para el puesto.
Botella, en efecto, heredó al completo el equipo de Gallardón no sólo en los cargos de responsabilidad municipal, sino también en las posiciones de poder dentro de la vida social y económica de la capital.
Madrid, con casi cuatro millones de habitantes y la tercera área metropolitana más poblada de Europa, es en sí misma un mundo cuyo gobierno exige habilidades poco comunes.
Ana Botella ha naufragado en esas aguas. Especialmente duro para la imagen de la alcaldesa ha sido el trágico suceso del Madrid-Arena. La lentitud a la hora de exigir responsabilidades precipitó las críticas.
Ana Botella, licenciada en Derecho por la Complutense y funcionaria del Estado por oposición, no había tenido carrera política hasta que su marido, el aún presidente Aznar, decidió retirarse de la actividad institucional.
Era el año 2003 y Alberto Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid, la fichó para su equipo en un movimiento que muchos vieron como un acercamiento del ambicioso Gallardón al núcleo de poder de los Aznar.
El hecho es que Ana Botella entró en las listas electorales de la capital, obtuvo escaño municipal e inmediatamente fue aupada a la segunda tenencia de alcaldía, cargo de la máxima confianza de Gallardón. Se ocupó de la Concejalía de Empleo y Servicios Ciudadanos y lo hizo razonablemente bien.
Trabajadora y discreta como es, Ana Botella logró librarse pronto del sambenito de enchufada y en 2007 volvió a optar en las elecciones municipales con la lista de Gallardón, esta vez con un rutilante número dos.
Ejerció como concejal de Medio Ambiente, puesto en el que hubo de lidiar con una seria crisis de contaminación del aire en 2010.
Nada, en cualquier caso, que le impidiera presentarse nuevamente en junio de 2011 como número dos, siempre de la mano de Ruiz Gallardón, y enseguida hacerse cargo de la segunda tenencia de alcaldía y la concejalía de Medio Ambiente y Movilidad.
Seis meses después Gallardón entraba el Gobierno Rajoy como ministro de Justicia y Ana Botella se veía catapultada a la alcaldía con una cómoda mayoría: 31 votos de los 55 que componen el pleno del Ayuntamiento.
Ahora el problema que se plantea al PP es a quién poner al frente de la candidatura a la alcaldía de Madrid, una pieza cuyo valor político no ignora nadie. Si el PP perdiera la capital, el golpe afectaría al partido en toda España.
No es preciso enfatizar que el nombre que más fuerte suena en los mentideros como posible candidata es el de Esperanza Aguirre.