FIESTA EN VILLALAR EN EL DÍA DE LA COMUNIDAD DE CASTILLA Y LEÓN, Primavera

FIESTA EN VILLALAR EN EL DÍA DE LA COMUNIDAD DE CASTILLA Y LEÓN

ICAL/VALLADOLID

No se ha perdido ninguna de las 36 celebraciones que ha habido hasta el momento del Día de Villalar, pero la de hoy será muy especial para el periodista zamorano Luis Miguel de Dios. Con «mucha ilusión» y consciente de la «responsabilidad» que implica, será el encargado de leer el Manifiesto de Villalar en la localidad vallisoletana a las 13.00 horas, en uno de los actos centrales del Día de Castilla y León. «De alguna manera, aunque no hagas más que poner la voz, en ese momento eres el portavoz de los principales colectivos de tu tierra, y el que va a llevar esas reivindicaciones o esa forma de entender la situación a todos los asistentes y a cuantos te puedan leer o escuchar. Es un tremendo honor», destaca.

De Dios, colaborador de los periódicos del Grupo Promecal y Premio Cossío a la Trayectoria Profesiona 2009, señala que Villalar «ha sido un termómetro de todo lo que ocurría en España en cada momento». «En 1976 la fiesta estuvo prohibida, en el 77 acababa de legalizarse el PCE y otros partidos políticos y estábamos en vísperas de las primeras elecciones, y desde entonces ha sido un reflejo de todos los vaivenes y problemas existentes, superando años de lluvia o incluso nieve, y dejando en el olvido la mala fama que se le atribuyó inicialmente», recuerda.

«Para mí esta celebración es un símbolo muy claro de esta tierra. Yo voy a Villalar y me da la impresión de que recibo una energía especial, me siento muy cerca de mi tierra y de sus valores. Hay quien se pregunta por qué se conmemora una derrota, pero también lo hacen en Cataluña con la Diada, por ejemplo», aclara.

De Dios se alegra de que los diferentes grupos políticos y sociales que configuran cada año el Manifiesto de Villalar hayan alcanzado un consenso para seguir con la tradición de su lectura, en un momento especialmente convulso tras las últimas medidas económicas anunciadas por el Gobierno central, y mientras se discute la necesidad o no de abrir un debate sobre el estado autonómico.

«Siempre es especial». «Éste será un año especial por esas circunstancias, pero yo creo que todos los ‘villalares’ han sido especiales. Yo llevo 36 yendo y todos han tenido su importancia».
En su opinión, «Villalar invita este año a las reivindicaciones», algo que considera «absolutamente lógico porque siempre ha sido reivindicativo». «La gente va allí, aparte de por identificarse con el día y considerarlo un símbolo de Castilla y León, para pedir y alzar la voz contra algo y a favor de algo».

De Dios considera que la evolución de la fiesta se corresponde con la de la Comunidad, si bien lamenta la tardanza de la Junta de Castilla y León, con el gobierno del PP, en llegar a Villalar: «Lo abandonó en el 88 con Aznar y no ha vuelto hasta hace unos años; ésa ha sido para mí la gran laguna de la fiesta, algo que no ha sucedido en ninguna otra autonomía, que el día de la fiesta el Gobierno estuviera alejado de donde se celebraban los actos. Ahora por lo menos el presidente y varios consejeros participan».

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