POR QUÉ PERDIÓ EL PP EN ANDALUCÍA...

POR QUÉ PERDIÓ EL PP EN ANDALUCÍA

Amando de Miguel

La verdad es que no perdió en las últimas elecciones, sino que sacó más votos que ningún otro partido. Pero todos nos entendemos. Dado que no sacó la mayoría absoluta, simplemente no va a poder gobernar. Eso es "perder" en términos prácticos. Los libertarios se devanan las entendederas para tratar de explicar ese resultado que las encuestas no supieron anticipar, ni siquiera las de a pie de urna.

Jesús García Castrillo da una explicación histórica de "por qué la izquierda siempre gana en Andalucía". Su opinión es que no son el paro ni la corrupción los factores determinantes. Una razón más convincente, según el de Málaga, es que muchos andaluces del PP se abstuvieron a la vista de las medidas que había tomado Rajoy (los famosos recortes). Otra razón es que el PP, y antes UCD, fueron muy tibios a la hora de favorecer el proceso autonomista andaluz. El factor fundamental se remonta nada menos que a la Edad Media. Don Jesús sostiene que lo decisivo fue la forma en que se hizo la Reconquista desde Toledo para abajo. En efecto, no con el sistema de presura sino con soldados profesionales a cargo de los nobles y las órdenes militares. Eso favoreció la estructura latifundista, que ha durado hasta hoy. Añado que esa razón histórica explicaría el predominio tradicional de dos clases sociales enfrentadas (señoritos y jornaleros) no solo en Andalucía sino en Extremadura y en Castilla-La Mancha. Ahora bien, los auténticos señoritos actuales de Andalucía no son ya los latifundistas sino la oligarquía que vive del presupuesto público después de 30 años de hegemonía. Hoy el poder no está en la tierra sino en el control de los dineros públicos.

Gerardo García avanza otra interpretación, que podríamos llamar personalista o conspiratoria. Voy a ver si la sintetizo. Don Gerardo parte del principio de que un nuevo líder de un partido intenta deshacerse de sus rivales. Es el caso de Zapatero y de Rajoy, que además coincidieron en el mismo colegio de León y sus respectivas familias se conocían. Rajoy eliminó a la cuadrilla de Aznar. Los últimos que quedan son Cascos y Arenas. En el último caso lo que hizo el gallego fue tomar unas medidas que forzaron a que muchos peperos se quedaran en casa a la hora de votar en Andalucía. Don Gerardo añade que el problema está en que los gobernantes de Andalucía son "perceptores netos de impuestos", es decir, obtienen más del erario de lo que aportan al mismo. La opinión de don Gerardo es muy radical: los perceptores netos de impuestos no deberían tener el derecho al voto si quieren ser elegidos. De lo contrario, seguiremos con la "dictadura del funcionariado". Hasta aquí don Gerardo con una visión tan interesante como personal. Añado por mi parte que el resultado de las elecciones andaluzas se produjo por la confluencia de dos conductas. Muchos del PP se abstuvieron de votar o incluso se pasaron al PSOE. La razón fue el temor de que el PP les fuera a quitar las ventajas que les daba el presupuesto público. Por otro lado, muchos del PSOE se abstuvieron de votar o votaron a IU por el escándalo de los casos de corrupción. Habría que agregar la actitud triunfalista de la campaña de Arenas, una conducta que no se puede explicar.

Al llegar a este punto, caben dos posibilidades: (1) Una, muy remota, que gobierne Arenas; pero le harán la vida imposible. (2) Una, probable, que gobierne el PSOE, pero con un apoyo tan condicionado por IU que también hará imposible el gobernar. El resultado es tristísimo: la sociedad andaluza se va a parecer cada vez más a la griega.