SE PUEDE SER O NO DE PODEMOS.
Eso no es óbice para que cuente con todo el respeto. Lo tiene porque, dejando a un lado discrepancias ideológicas, me parece una persona honrada y valiente. De las pocas que, eso sí, de forma muy tibia, ha cuestionado el sistema corrupto que impera en este país. Un sistema que, en consecuencia, no ha regateado esfuerzos en su intento de destruirle. Que Iglesias esté en el punto de mira de los grandes poderes lo entiendo, lo que soy incapaz de asimilar es que quiénes más beligerantes son con él, sean las y los mismos que toda su vida han alabado y votado a corruptos y ladrones.
Todo en él les resulta molesto, desde su coleta hasta sus camisas, desde su formación académica hasta su manejo de otros idiomas, desde su mujer hasta sus padres. Y cuando no es suficiente con eso, tiran del comodín del chalet. Cierto es que, con este tema escupió para arriba, pero no es menos cierto que lo está pagando con el fruto de su trabajo, no se lo ha cedido o regalado ningún empresario "amigo", tal y como es costumbre en el mundillo.
El rasero utilizado para atacar a este hombre, deja en evidencia la nula cultura política y el sectarismo cerril de una buena parte de la población española. Ningún político ha recibido el trato vejatorio y las amenazas que recibe Iglesias. Y cuando digo ninguno, es ninguno. Si no me creéis, comparemos el rasero utilizado.
Pablo Iglesias no utilizó los fondos del estado para crear los GAL, no regaló las empresas públicas a los tiburones del mercado, no nos metió, utilizando mentiras, en una guerra ilegal, que acabamos pagando con los atentados del 11 M, no contrató Yakolevs, no repatrió los cadáveres de los militares en trozos, como si fueran parte de un puzzle, no le regaló a la banca miles de millones de euros a fondo perdido, no ideó el fraude de las preferentes, no utilizó tarjetas black, no rescató autopistas, no entregó nuestra soberanía a los hombres de negro, no se fue a un spa, dejando los cadáveres de unas niñas en el Madrid Arena, no creó una policía patriota para espiar y perseguir a adversarios políticos, no aceptó favores ni regalos de corruptos, no puso el parque de vivienda pública en manos de fondos buitres, no recibió comisiones de la dictadura saudí, no abrió cuentas en paraísos fiscales, no participó en la Gurtel, la Púnica, los Eres de Andalucía o ninguna otra trama de corrupción, no falseó su currículum, ni compró títulos universitarios o masters para ampliarlo, no hizo nada que pudiera perjudicar al ciudadano o ciudadana de a pie, a no ser que consideremos que subir el salario mínimo o crear el ingreso mínimo vital sea algo dañino para nuestros intereses. Y aún así, mientras Pablo Iglesias es calumniado y amenazado, prácticamente a diario, todos estos parásitos continúan teniendo cierto prestigio y reconocimiento social.
¿Por qué ocurre esto? ¿Ignorancia? ¿Estupidez? No lo se, lo desconozco, pero lo que tengo claro es que, mientras, cegados por un odio irracional, su dedo señala al "Coletas", las manos del poder siguen robando y sus botas pisoteándonos.
Pablo, compañero, espero que tu siguiente paso sea el de derogar la reforma laboral y la ley mordaza, ya que te ladran que sea por algo.
Eso no es óbice para que cuente con todo el respeto. Lo tiene porque, dejando a un lado discrepancias ideológicas, me parece una persona honrada y valiente. De las pocas que, eso sí, de forma muy tibia, ha cuestionado el sistema corrupto que impera en este país. Un sistema que, en consecuencia, no ha regateado esfuerzos en su intento de destruirle. Que Iglesias esté en el punto de mira de los grandes poderes lo entiendo, lo que soy incapaz de asimilar es que quiénes más beligerantes son con él, sean las y los mismos que toda su vida han alabado y votado a corruptos y ladrones.
Todo en él les resulta molesto, desde su coleta hasta sus camisas, desde su formación académica hasta su manejo de otros idiomas, desde su mujer hasta sus padres. Y cuando no es suficiente con eso, tiran del comodín del chalet. Cierto es que, con este tema escupió para arriba, pero no es menos cierto que lo está pagando con el fruto de su trabajo, no se lo ha cedido o regalado ningún empresario "amigo", tal y como es costumbre en el mundillo.
El rasero utilizado para atacar a este hombre, deja en evidencia la nula cultura política y el sectarismo cerril de una buena parte de la población española. Ningún político ha recibido el trato vejatorio y las amenazas que recibe Iglesias. Y cuando digo ninguno, es ninguno. Si no me creéis, comparemos el rasero utilizado.
Pablo Iglesias no utilizó los fondos del estado para crear los GAL, no regaló las empresas públicas a los tiburones del mercado, no nos metió, utilizando mentiras, en una guerra ilegal, que acabamos pagando con los atentados del 11 M, no contrató Yakolevs, no repatrió los cadáveres de los militares en trozos, como si fueran parte de un puzzle, no le regaló a la banca miles de millones de euros a fondo perdido, no ideó el fraude de las preferentes, no utilizó tarjetas black, no rescató autopistas, no entregó nuestra soberanía a los hombres de negro, no se fue a un spa, dejando los cadáveres de unas niñas en el Madrid Arena, no creó una policía patriota para espiar y perseguir a adversarios políticos, no aceptó favores ni regalos de corruptos, no puso el parque de vivienda pública en manos de fondos buitres, no recibió comisiones de la dictadura saudí, no abrió cuentas en paraísos fiscales, no participó en la Gurtel, la Púnica, los Eres de Andalucía o ninguna otra trama de corrupción, no falseó su currículum, ni compró títulos universitarios o masters para ampliarlo, no hizo nada que pudiera perjudicar al ciudadano o ciudadana de a pie, a no ser que consideremos que subir el salario mínimo o crear el ingreso mínimo vital sea algo dañino para nuestros intereses. Y aún así, mientras Pablo Iglesias es calumniado y amenazado, prácticamente a diario, todos estos parásitos continúan teniendo cierto prestigio y reconocimiento social.
¿Por qué ocurre esto? ¿Ignorancia? ¿Estupidez? No lo se, lo desconozco, pero lo que tengo claro es que, mientras, cegados por un odio irracional, su dedo señala al "Coletas", las manos del poder siguen robando y sus botas pisoteándonos.
Pablo, compañero, espero que tu siguiente paso sea el de derogar la reforma laboral y la ley mordaza, ya que te ladran que sea por algo.