Juan Pablo Colmenarejo....

Juan Pablo Colmenarejo.
Batet ya no para el golpe.
Sánchez el nuevo presidente de diseño y censura, filtró primero el nombre de Borrell para disimular, distraer y sobre todo quedar bien con las miles de personas que se atrevieron a salir a la calle a parar el golpe del de octubre en Cataluña. El ministro de asuntos exteriores fue un héroe de la resistencia, civil y democrática, Si de algo nos sentimos orgullosos es de los trenes de Cercanías a rebosar camino de Barcelona aquellos domingos de octubre de 2017. El personal salió del armario del miedo y se envolvió en la mejor constitución de la historia de España, A Borrell se le va a echar de menos como ayer en Vic, defendiendo la libertad, la igualdad y la fraternidad junto a los de Ciudadanos, que aguantaron dando la cara un día más frente al acoso supremacista.
El jefe del Gobierno más guapo de la Unión Europea nos lanzó para empezar un señuelo jacobino y europeísta al nombrar a un liberal a fuer que socialista como primer estandarte al frente de la representación de España en el mundo. Mientras le dábamos la razón y un aplauso maquinaba con Miquel Iceta, el fontanero mayor del socialismo más nacionalista, el acercamiento a Torra, que de repente ya no es el Le Pen español, sino el tipo con el que hay que hablar porque el dialogo es marketin en sí mismo. El nombramiento de Marixell Batet, su apellido es paradójicamente el de un héroe de la democracia frente al golpe independentista de 1934- encendió las alarmas. Incluso los más tiernos y bizcochables catalanistas se han tragado el anzuelo. Batet la nueva ministra del Gobierno bonito, encargada de los territorios autonómicos, ha empezado el mando abriendo la caja de los truenos con una reforma de la constitución que incluya un poder judicial catalán eliminado el 2010 por el Tribunal Constitucional para evitar que la corrupción y el golpismo quedaran a a salvo de la constitución española. El ultra Torra va a ser blanqueado para que pase el arco de seguridad de la Moncloa y no pite como en los aeropuertos cuando el pasajero olvida un puñado de monedas en el bolsillo.
De repente en esta primavera guerrera y revuelta, todo va tan deprisa que incluso hemos cambiado de gobierno como de tormenta. Sánchez ha pasado de acordar con Rajoy mantener el control de las finanzas sin el 155 a dar carta blanca al gasto de quienes están dispuestos montar una república apoyándose en grupos callejeros copiados de batasuna. Sánchez, Iceta y Batet han tardado solo unas horas en devolver el favor al independentismo catalán por los votos prestados en el impeachment a Rajoy. Lo del 31 de mayo fue una destitución tan parlamentaria como espeluznante por su falta de escrúpulos. Frente al acierto de Ciudadanos, otra vez se equivoca el PP al mandar mañana a Albiol con sus escuálidos cuatro escaños a una reunión con el racista Torra bajo la pancarta carlistona y separatista. Debe de ser que todavía en el PP no se han enterado de la derrota. Ni tampoco de lo que se está cocinando delante de sus narices.