XVIII, ALGO QUE ME HA GUSTADO DE JOSÉ MARTÍ....

XVIII, ALGO QUE ME HA GUSTADO DE JOSÉ MARTÍ.

Es rubia: el cabello suelto
Da más luz al ojo moro:
Voy, desde entonces, envuelto
En un torbellino de oro.
La abeja estival que zumba
Más ágil por la flor nueva,
No dice, como antes, "tumba":
"Eva" dice: todo es "Eva".
Bajo, en lo oscuro, al temido
Raudal de la catarata:
¡Y brilla el iris, tendido
Sobre las hojas de plata!
Miro, ceñudo, la agreste
Pompa del monte irritado;
¡Y en el alma azul celeste
Brota un jacinto rosado!
Voy, por el bosque, a paseo
A la laguna vecina:
Y entre las ramas la veo,
Y por el agua camina.
La serpiente del jardín
Silva, escupe, y se resbala
Por su agujero: el clarín
Me tiende, trinando, el ala.
¡Arpa soy, salterio soy
Donde vibra el Universo:
Vengo del sol, y al sol voy:
Soy el amor: soy el verso!

Durante su estancia en España, entre enero de 1871 a octubre de 1874, José Martí obtiene en Madrid y Zaragoza, los títulos de Bachiller y Licenciado en Derecho y el de Licenciado en Filosofía y Letras y escribe y publica el libro La República Española ante la Revolución Cubana y termina su drama La Adúltera. Y la obra de teatro, "Amor con amor se paga".

Durante su estancia en Zaragoza, José Martí estuvo muy activo en la vida cultural de la ciudad, colaborando con el "Diario de Avisos", acudiendo frecuentemente a tertulias, al teatro, hace amistades, se convierte en orador brillante e incluso tiene tiempo para enamorarse; lo dice en versos de manera impecable, como sólo él sabía hacerlo:

Para Aragón en España,

Tengo yo en mi corazón

Un lugar, todo Aragón,

Franco, fiero, fiel, sin saña.

Si quiere un tonto saber

Por qué lo tengo, le digo

Que allí tuve a un buen amigo,

Que allí quise a una mujer.

La mujer que menciona Martí en su poema es Blanca de Montalvo, aragonesa, que posteriormente se casaría con el doctor José Simeón Pastor. Hoy en día una placa en la calle Manifestación (conocida en el tiempo de Martí como calle Platería) de Zaragoza recuerda donde vivió el poeta.

A fines de 1874 viaja a varias ciudades europeas, entre ellas París, dónde conoce a Víctor Hugo, Augusto Vacquerie y más tarde, en un segundo viaje, a la actriz Sarah Bernhardt.

Esta época va a ser muy intensa para la vida de José Martí, viaja a Guatemala donde fue nombrado catedrático de literatura y de historia de la filosofía en la escuela normal central de ciudad de Guatemala, colabora en varias publicaciones como la revista «Universidad» y es nombrado vicepresidente de la sociedad literaria Patria y Libertad. En esos tiempos sostiene una profunda amistad con María García Granados hija del ex presidente de guatemalteco Miguel García Granados y a la que inmortalizaría en su poema, La niña de Guatemala que forma parte de sus Versos Sencillos.

El 31 de agosto de 1878 regresa a La Habana y allí comienza a trabajar en los bufetes de abogado de Nicolás Azcárate y Miguel Biondi. El 22 de noviembre nace su hijo José Francisco a quien todos conocerían después como "el Ismaelillo", por la obra que le dedicó, del mismo nombre y que marcaría una nueva manera de decir en las letras hispanoamericanas. En 1882 publica El Ismaelillo, dedicado a su hijo, y Versos Libres.

A su hijo le escribe en el prólogo de El Ismaelillo:

Hijo:

Espantado de todo, me refugio en ti.

Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud, y en ti.

Si alguien te dice que estas páginas se parecen a otras páginas, diles que te amo demasiado para profanarte así.

Tal como aquí te pinto, tal te han visto mis ojos. Con esos arreos de gala te me has aparecido: Cuando he cesado de verte en esa forma, he cesado de pintarte. Esos riachuelos han pasado por mi corazón.

¡Lleguen al tuyo!

En 1881 se establece en Nueva York, lugar donde comienza a planificar y organizar la independencia de Cuba, colaborando con los periódicos neoyorquinos The Hour y The Sun.

Ya en esta época Martí, además de resumir en su obra y acción lo más avanzado del espíritu progresista del pensamiento político cubano, Félix Varela, José de la Luz y Caballero, es además un americanista convencido en la necesidad de la unión de lo que él denominó Nuestra América, convirtiéndose indiscutiblemente en uno de los pensadores más ilustres de América y del mundo cuyo pensamiento conserva toda vigencia en nuestros días. Lo que Martí predica en su tiempo es lo que se debe lograr en éste.

En 1882 escribe la mayoría de los poemas conocidos como Versos Libres. En 1883 es redactor de La América, de la que más tarde sería su director. En 1885 publica Amistad Funesta, considerada hoy como la primera novela modernista. En 1886 trabaja sin descanso como corresponsal en Nueva York de diversos periódicos latinoamericanos como La América, El Latino Americano, La República de Honduras y La Opinión Pública de Montevideo.

El 16 de abril de 1887 se encarga del consulado de Uruguay en Nueva York, en septiembre termina la traducción de Ramona, de Helen Hunt Jackson, colabora en El Economista Americano de Nueva York y trabaja en la traducción del poema Lalla Rookh, de Thomas Moore que no ha podido ser hallada. El 25 de marzo de 1889 aparece publicada en The Evening Post, su carta de "Vindicación de Cuba" en respuesta a un artículo del The Manufacturer de Filadelfia sobre la posible compra de Cuba por los Estados Unidos. En julio de ese año aparece La Edad de Oro, revista mensual dedicada a los niños de América enteramente redactada por él y del que sólo salieron cuatro números.

Un día antes de morir, el 18 de mayo de 1895, le escribe a su amigo Manuel Mercado en un campamento cerca de Dos Ríos, la que sería su última carta, considerada su testamento político y visión premonitoria de lo que sería la política imperialista de los Estados Unidos de América en ibero América:

Campamento de Dos Ríos, 18 de mayo de 1895 Señor. Manuel Mercado. Mi hermano queridísimo: Ya puedo escribir: ya puedo decirle con qué ternura y agradecimiento y respeto lo quiero, y a esa casa que es mía, y mi orgullo y obligación; ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país, y por mi deber— puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo— de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso. En silencio ha tenido que ser, y como indirectamente, porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas, y de proclamarse en lo que son, levantarían dificultades demasiado recias para alcanzar sobre ellas el fin. Las mismas obligaciones menores y públicas de los pueblos —como ese de Vd., y mío—, más vitalmente interesados en impedir que en Cuba se abra, por la anexión de los imperialistas de allá y los españoles, el camino, que se ha de cegar, y con nuestra sangre estamos cegando, de la anexión de los pueblos de nuestra América al Norte revuelto y brutal que los desprecia, — les habrían impedido la adhesión ostensible y ayuda patente a este sacrificio, que se hace en bien inmediato y de ellos. Viví en el monstruo, y le conozco las entrañas; y mi honda es la de David.

es un poema de marcado acento erótico.