Buenos días Adri:...

MAÑANA FRÍA DE MAYO (2ª parte y final)

... “-Y luego tienes a todos estos que vienen de Madrid y te aparcan de mala manera y donde les da la gana, sin respetar ná. Pero te tiés caguantar encima”.

“-A ver; ¿y qué vashacer?” Le contestó “la madrileña”, que hasta ese momento –y cosa rarísima- no había metido baza en una u otra de las conversaciones, dedicándose a meter los churros en el café y después en la boca, operación que interrumpió, dejando el goteante frito en el aire -el último-, pues de haberlo introducido en la boca no habría podido hablar. Al menos claramente, pues ya lo había intentado “con la boca llena”. Al no entender nadie lo que decía, se dio prisa por dar fin a los tejeringos y tomar su turno en el coloquio, pues se la veía impaciente por decir algo importante; algo que se callaba y se calló, pues el gesto de su media naranja no dejaba lugar a dudas.

Ya había oído bastante, ya tenía materia como para disipar la sombra del cancerbero y poder escribir unas líneas. Pagué mi consumición y salí del establecimiento, dejando allí a los contertulios en acalorada discusión, o al menos bulliciosa, en la que no creo que se enterasen mucho de lo que cada cual decía, pues me pareció entender que cada uno iba a lo suyo y no le interesaba la opinión de nadie más.

Me dirigí al estanco, unos cuantos metros más abajo, y al entrar por la puerta ya se oían las voces que daba un vecino al fondo. Y eso que el local es largo y está lleno de mercancía -el negocio se comparte con el de ferretería-, la cual debería de haber amortiguado un poco el escándalo.

El hombre hablaba con el estanquero –es una forma de decir- de sus “más de cincuenta y cinco años de casado”: “- ¡Y como si tal cosa oye, que ni viagra ni ná! Y si no, que lo diga mi mujer, que cuando marrimo me dice: - ¡Anda ya, ¿ande vas con eso? ¡Pues toma, ¿a dónde vi a ir? la digo, pos no ti va dar miedo ahora, no, después tanticos años!

Tras asimilar las palabras del buen hombre, ya que me las dirigió a mí cuando al mostrador me acerqué, mirándome a los ojos como si me conociese de toda la vida -como en realidad conocía al estanquero, a su hijo y a otro parroquiano que allí había, según expresó el dueño del negocio-, solicité mis cajetillas de tabaco al estanquero menor, el cual me dijo: “-Es un cachondo el tío. Ahí donde le ves, tiene ochenta y cinco años, y con una alegría y ganas de vivir, que ya la querrían muchos.

Me sirvió, le pagué, y reanudó la conversación con el otro cliente y amigo, la cual versaba sobre política. ¡Y cómo no, actual! Cuando me daba la vuelta para irme, el octogenario se dirige de nuevo a mí, en clara contestación a lo que el vecino estaba diciendo sobre si Rajoy iba a hacer, había hecho, o estaba haciendo -que esta duda tengo- con las pensiones, con los empleos y con los medicamentos, cosas todas ellas contrarias –según opinión unánime de la clientela del estanco en ese momento- a lo que había dicho que haría, tras ser elegido para el cargo.

El abuelo, todo expresión simpática, todo vozarrón, todo “colorao”, me dice, refiriéndose a Rajoy por lo que el joven había señalado: “- ¡Toma, como de Guadalajara, que de lo dicho por la mañana, por la noche no hay nada!”

Razono que debe ser una expresión popular de la provincia, o quizás de la comarca alcarreña, ya que don Mariano es gallego, de Santiago de Compostela, y no de Guadalajara precisamente.

AdriPozuelo (A. M. A.)
Sacedón, Guadalajara
mayo de 2012

Buenos días Adri:

me han gustado tus relatos y su pasión por los churros. Se nota a la legua porque los churros están en la mayoría de tus escritos.
Si, los churros madrileños que ni me acuerdo cómo saben ni lo quiero recordar. ¿Sabes cuántas calorías puedes ingerir en un inocente churro? Muchas, porque una vez que te comes uno, sigues y sigues. No. Yo soy de tostada integral con mermelada de ciruela natural, sin azúcar pero dulce, porque se trata de ciruela claudia. Una ciruela universal la claudia porque la dulzura se la da la especie y no la zona. Visto, probado y comprobado. Todas las claudias son dulces procedan de donde procedan. También soy de café con leche y miel. Si puede ser, auténtica miel y no los sucedáneos de miel que nos venden. Que ya no es lo que era la miel. Pero si lo sabes, la buscas y la encuentras, aunque la tengas que pagar mas cara. Lo malo es que la pagues cara y te den gato por liebre. Que pasa muchas veces.
Otro día iré por la miel auténtica de la que me quería convencer este verano un gallego. Hasta que le dije, ¡pero qué le vas a contar a una alcarreña sobre la miel que no sepa!
Y, no me considero madrileña, que ya me lo decían de niña," a ver si te espabilas que estamos en Madrid" y hubiera podido considerarme pero no he querido nunca.
Yo soy de Guada, ¿qué pasa?, les contestaría ahora a mis primitos y primitas, que al fin y al cabo éramos de la misma región. De Castilla la Nueva pero Madrid se llevaba la palma y anulaba lo demás. Y Madrid era lo mas y para mi siempre fue lo menos. Sobre gustos no hay nada escrito.

Y todo esto para decirte que el gallego está equivocado con el dicho de Guadalajara. Siempre oí lo contrario.

"Como los de Guadalajara, que de lo que dicen por la noche, por la mañana no hay nada". Allí así se decía.

Saludos Adri y feliz martes